Las tarjetas RFID de los puntos de recarga para coches eléctricos podrían tener los días contados


RFID es un protocolo de comunicaciones que permite interactuar con un lector sin necesidad de introducir la tarjeta. Simplemente acercándola podemos realizar la acción requerida. Algo que reduce los componentes como el mecanismo de lectura.
Se trata de un formato muy extendido entre los operadores de puntos de recarga, ya que permite poner en marcha estaciones robustas sin huecos por donde los vándalos puedan meter mano. Pero incluso esta tecnología podría tener los días contados.
Un ejemplo nos llega desde el operador británico POD point, que se encarga de la instalación y explotación de puntos de recarga para coches eléctricos en Reino Unido, y que ha anunciado que sustituirá las tarjetas RFID por una aplicación para el móvil.