Hace 50 años General Motors presentaba su primer prototipo impulsado por una pila de combustible de hidrógeno. Un modelo que supuso un pistoletazo de salida a una idea que cinco décadas después sigue sin pasar de la fase conceptual.
Electrovan era el nombre de esta furgoneta con espacio para sólo dos pasajeros, y que ocupaba toda la parte trasera con los elementos de la pila de combustible. Un modelo que necesitó un equipo de 250 ingenieros trabajando durante dos años.
Se trataba de una pila de combustible de 5 kW, que según GM contaba una vida útil de 1.000 horas. Sin duda uno de los datos más curiosos de esta tecnología que los fabricantes suelen olvidarse de facilitar. El motor eléctrico lograba impulsarla hasta los 100 km/h 30 segundos, hasta una velocidad máxima de hasta 110 km/h, y la autonomía alcanzaba los 200 kilómetros. Un modelo que estaba lastrado por un elevado peso, 3.200 kilos, justificables por ser un primer prototipo.
Pero después de la Electrovan, llegaron más proyectos que nunca pasaron del prototipo, así durante los últimos 50 años donde se estima que General Motors se ha gastado unos 2.500 millones de dólares en una tecnología que todavía no tienen claro si llegará a convertirse en un modelo comercial.
En un último intento, GM ha firmado un acuerdo con Honda, para colaborar en la aceleración de sus respectivas propuestas. Pero mientras que Honda ha confirmado que lanzará su primer modelo antes de terminar este año, General Motors todavía no ha dado ningún paso claro.
Algo que nos indica que los de Detroit todavía mantienen encendida una pequeña llama de la esperanza en esta tecnología, pero nada que ver con la inversión que están realizando en el sector del coche eléctrico a batería. Un segmento que también ha vivido sus altos y sus bajos, pero que desde 2010 cuenta con propuestas comerciales.
Veremos si el hidrógeno logra dar ese paso algún día.
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Vía | DT
