Sin duda se trata de una noticia de alcance, que no pasaría de un contrato más para LG, de no ser por la situación que está pasando el grupo PSA en relación a la compra de Opel.
El grupo francés ha confirmado el acuerdo firmado con los coreanos de LG, y los chinos de CATL. Los primeros se encargarán del desarrollo y fabricación de las baterías que llevará el DS7 Crossback, presentado la semana pasada. Un todocamino híbrido enchufable que como recordamos, llegará en 2019 y contará con una autonomía de 60 kilómetros con cada carga.
Un modelo que se beneficiará de unas celdas de LG que destacan por su elevado nivel de densidad energética, y sobre todo por su resistencia al paso de los kilómetros. Una tecnología en la que han confiado nombres como Renault y General Motors, entre otros muchos.
El otro involucrado en este proyecto son los chinos de Contemporary Amperex Technology (CATL). Estos también trabajarán en el proyecto, posiblemente encargándose de la producción en la planta de Valmet. Un desarrollador con experiencia en la producción de vehículos eléctricos que permitirá al grupo PSA lanzar el DS7 Crossback sin necesidad de habilitar líneas en sus actuales plantas.
Pero sin duda la parte más importante de todo es que el acuerdo de PSA con LG, añade algunas esperanzas para la llegada del Opel Ampera-e. Un modelo que podría ser fabricado junto con su hermano gemelo el Chevrolet Bolt en Detroit, y ser enviado a Europa donde se le añadiría la batería. Una posibilidad dentro de una complicada ecuación que de momento no garantiza la llegada del Ampera a Europa.
Y es que según algunos medios, este modelo chocaría con un proyecto propio de coches eléctricos del grupo galo, que desde hace un par de años están en plena fase de desarrollo. Una gama que contará con su propia plataforma y sus propias configuraciones, y donde el Ampera-e podría no tener hueco.
Un culebrón que esperemos el grupo francés aclare lo antes posible.
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