Con el lanzamiento del Model 3, Tesla entrará en un nuevo nivel de producción. Una escalada que le permitirá pasar de decenas de miles, a cientos de miles de unidades cada año. Pero esto parece solo el principio de una dinámica que los analistas ven como con todavía mucho desarrollo por delante. Esto será gracias a la llegada del Tesla Model Y.
Como sabemos, el Model Y será el cuarto de la familia, quinto después del Roadster. Un todocamino que usará la misma plataforma del Model 3, pero con un diseño más alto. Un segmento que no para de crecer en número de ventas y que para los analistas puede suponer otra explosión de ventas superior a la que lograrán con el 3.
Como recordamos, los rumores indican que el Y será presentado a lo largo del próximo año, con una llegada prevista para 2019. Un modelo que cuenta con un enorme potencial comercial y es que sólo en Estados Unidos se venden cada año 7 millones de crossover.
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Elon Musk espera una fuerte demanda para el Tesla Model Y. Entre 500.000 y 1 millón de unidades al año [/blocktext]
Evidentemente hablamos de cifras totales, que engloban a todos los segmentos dentro de la oferta de este tipo de vehículos. Pero es una muestra del tamaño del mercado en el que se introducirá el hermano del Model 3.
El impacto podría ser muy elevado. Ya con el propio 3 Tesla espera lograr en Estados Unidos superar en ventas a rivales como el BMW Serie 3 y el Mercedes Clase C combinados. Eso gracias a las cerca de 200.000 unidades que producirá en 2018 para el mercado nacional, 400.000 unidades para todo el mundo.
Si tenemos en cuenta que el mercado de los todocaminos está en pleno crecimiento también en Europa, y en camino de extenderse a Asia, no sería extraño que las cifras del Y se fuesen por encima de las 500.000 unidades al año, como mínimo.
Por supuesto, además de potencial de ventas el fabricante debe ser capaz de atender esa demanda. El esfuerzo económico para proporcionar a la planta de Fremont capacidad para atender la producción del Model 3, además de la del Model S y X, está siendo enorme. Algo que se tendrá que trasladar también a la puesta en marcha de un nuevo modelo que obligará a Tesla otra vez a invertir muy fuerte.
Pero el resultado parece muy apetitoso como para dejar que otros se lo lleven. No olvidemos que los fabricantes tradicionales ya han puesto sus miradas en el segmento de los todocaminos como una forma de iniciarse en la nueva generación de coches eléctricos. Marcas como Jaguar, Mercedes, Audi o BMW, a las que también podemos añadir otras como KIA, y muy posiblemente a medio plazo también a Renault, Nissan, Mitsubishi. Sin olvidarnos por supuesto a los nuevos aspirantes, como Faraday Future y compañía.
Pero Tesla tiene un par de ventajas. La primera es la tecnología que llevan sus vehículos. Un sistema de conducción autónoma o autopilotada que estará muy desarrollada para la fecha de desembarco del Model Y. A esto se añaden otros aspectos como la disponibilidad de una amplia red de recarga rápida, que a pesar de ser de pago, permitirá desplazamientos más largos y puede convertirse en el elemento que incline la balanza.
Un Y con el que Tesla podría alcanzar en menos de tres años un volumen de 1 millón de unidades/año. Una cifra que seguro ha provocado más de un escalofrío en las oficinas de los grandes fabricantes.
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Vía | Autocar
