¿Quieres estar informado diariamente con las últimas novedades del mundo del motor?

Ahora no Permitir

España necesita invertir 650 millones de euros anuales hasta 2030 en el sector del coche eléctrico, para cumplir con los objetivos de emisiones

Según un estudio de la consultora Deloitte, para lograr cumplir con los objetivos de reducción de emisiones acordados en a cumbre de París, España debería alcanzar un nivel de desarrollo en sectores como el del coche eléctrico realmente exponencial en los próximos años.

Las estadísticas indican que dado el retraso en la implantación, la velocidad en los próximos 13 años tendrá que ser infernal para conseguir acercarse a las cifras marcadas. Unas cifras que para nuestro país se han estimado es unos  300.000 coches eléctricos para 2020, entre 1,2 y 2 millones para 2025, y llegar a 2030 con una cifra de entre 4.4 y 6 millones de coches eléctricos.

El informe estima que para cumplir con esas metas se requerirá una inversión anual de unos 650 millones de euros hasta 2030. Un dinero que tendría que ser destinado tanto a incentivos público a la compra, como a extender la infraestructura de recarga pública.

punto-recarga-rapida-barcelona

Estas cifras chocan con una realidad donde los números rozan el ridículo. En 2015 circulaban solo 6.500 vehículos de este tipo en nuestro país, y el Gobierno ha destinado 40 millones de euros en incentivos para coches eléctricos desde 2009. Apenas 5.7 millones de euros al año.

Una cifra que también choca con el peso que el sector del transporte tiene en las emisiones contaminantes de España. Este supone alrededor del 25% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la actividad económica en España.

A esto se añade el cada vez mayor peso de las energías renovables en un país como el nuestro que también se mueve con el freno de mano puesto en este estratégico sector. A pesar de los palos en las ruedas que el gobierno ha puesto al desarrollo de las energías limpias, el pasado año el 40% de la producción eléctrica ha sido de procedencia renovable.

Pero este potencial no se está aprovechando para reducir la huella de carbono del transporte, ya que en ese mismo ejercicio, 2016, solo se vendieron en España 4.750 vehículos de este tipo, lo que supone apenas el 0,4% de todos los matriculados.

Deloitte pone el foco en el desarrollo del vehículo eléctrico como una vía para cumplir con esos acuerdos internacionales. “Para el año 2020 se necesita llegar a un parque de entre 200.000 y 300.000 vehículos eléctricos e híbridos enchufables para garantizar en el medio plazo el cumplimiento de los objetivos medioambientales”, señala el informe. Se requeriría que el 5% de los coches que se vendan sean eléctricos de aquí hasta 2020, frente al 0,4% del pasado año. Además España, como el resto de los miembros de la Unión Europea, está obligado a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero entre un 80% y un 95% en 2050.

Uno de los pilares para el rápido desarrollo del sector del coche eléctrico son las infraestructuras de recarga. Según el informe, en España actualmente sólo hay 1.700 puntos de recarga públicos, frente a los 18.000 de Holanda y los 7.000 de Noruega. El objetivo sería llegar en nuestro país a los 4.000 puntos en 2020, los 45.000 en 2025 y los 80.000 en 2030.

Las ayudas también son otro de los pilares. Según el informe, un coche eléctrico tiene una diferencia media de entre el 6% y el 24% respecto a un modelo con motor de combustión de similares características. Algo que hace fundamental la puesta en marcha de ayudas públicas para lograr sortear esa diferencia.

En los países más punteros en la implantación del coche eléctrico, como Noruega y Holanda, la situación es la contraria. A los exención de impuestos, o la aplicación de tipos super reducidos a los eléctricos, se suma un tipo impositivo muy elevado para los modelos con motor de combustión. El resultado es que en 2015 un modelo eléctrico medio ha sido entre un 15% y un 27% más económico en Noruega y Holanda que un vehículo convencional comparable. Algo que ha permitido por ejemplo a los noruegos disfrutar de una cuota de mercado del 30%.

La tercera parte para lograr acelerar la reducción de emisiones en el sector del transporte según Deloitte, sería la puesta en marcha de forma paulatina de restricciones a los vehículos con motor de combustión interna. Medidas como prohibición de acceder a las ciudades. Y según Deloitte, hacerlo además a los segmentos más relevantes del mercado, no solo a usuarios particulares, sino también a vehículos de flotas o usuarios profesionales.

Al mismo tiempo se darían facilidades a los que apostaran por los modelos eléctricos, como acceso prioritario, aparcamiento gratuito…etc.

Relacionadas | Informe sobre la evolución de las ventas de coches eléctricos, y su impacto en la reducción de emisiones

Vía | Deloitte

Compártelo: Compartir en WhatsApp Compartir en Menéame