Luz verde en Noruega para el proyecto de aviones eléctricos en el ártico

En Noruega, tras haberse fomentado la venta del coche eléctrico a buenos niveles, ahora buscan también la de fomentar la aviación eléctrica en las zonas mas septentrionales del país en el condado de Finnmark, que podría convertirse en la zona de pruebas más importante hasta el momento.

Debido a sus grandes extensiones con distancias de hasta 2500km, formadas en su mayor parte fiordos e islas y a pesar de su escasa población de 5.2 millones de habitantes, saben que sus vuelos nacionales tan frecuentes suponen una alta emisión de gases contaminantes a la atmósfera, muy superiores a las de los automóviles.

Algo que ha reflejado un estudio del Centro Internacional de Investigaciones Climáticas y Medioambientales de Oslo (CICERO), que junto con el operador de aeropuertos AVINOR y el partido Verde, quieren recortar las emisiones para proteger el medio ambiente y así llevarán a cabo los vuelos en Finnmark, que resulta ser un condado escasamente poblado y sin embargo tiene una densa red de vuelos regionales, lo cual lo hace perfecto para este experimento.

Según su responsable ambiental de AVINOR, «La red aeroportaria de Finnmark la convierte en la mejor zona para probar aviones eléctricos», deseando así que sea Noruega la primera en fomentar el uso de estas aeronaves.

El biólogo Rasmus Hansson, portavoz actual de medio ambiente del partido Verde, tras reunirse con Avinor, llegaron al acuerdo de seleccionar dicha zona septentrional, para usar también combustibles mas verdes que ayuden a recortar aun más las emisiones.

Sin embargo, al estar situado sobre el círculo polar ártico, el reto será mayor si cabe, donde el clima (baterías con menos duración y punto de congelación del biocombustible a tener en cuenta con frío intenso), la propia orografía del terreno con fiordos, montañas e islas, pondrá al límite dichas pruebas, pero que sin embargo al contar con un gran numero de aeropuertos «STOL»(de corto despegue y aterrizaje), lo convierte en zona idílica para llevarlas a cabo.

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Según Mosvold Larsen, se tomó la idea tras ver el vuelo del E-Fan eléctrico de Airbus en 2015, cruzando el Canal de la Mancha.
Tras ese momento, junto con la Federacion de aviación deportiva de Noruega, lograron convencer a Airbus para que trajese de gira el E-Fan a Noruega y así consiguió abrir los ojos para tomar la decisión.

Aunque en cierta manera hubo excepticismo por la duración de las baterías por parte de mucha gente.
Silje Brandvoll, gerente de comunicación de Widerøe, la mayor aerolínea regional de Escandinavia, subrayó que la industria aeronáutica es consciente de su responsabilidad ambiental. Por lo tanto Finnmark no representa ninguna locura, si la aeronave se adapta al clima. Dicha aerolínea ya usa biocombustibles ecológicos en gran parte de sus vuelos, por lo cual es un factor muy positivo que quieran en un futuro no muy lejano apostar por la aviación eléctrica.

Si bien es cierto, el propio Mosvold Larsen afirma que se tardará algún tiempo en poder transformar dicha aviación, sobre todo en los vuelos de mayor distancia, pero también es cierto que entre proyectos futuros están sucedáneos de modelos Turbohélice regionales, primeramente híbridos y de menor numero de plazas, para acabar pasando a totalmente eléctricos para transportar incluso a 50 pasajeros o más.

Por ello esta apuesta, es muy importante para Noruega de cara al futuro, donde además escaseará el petróleo, que ya ha sumido en terribles crisis a las aerolíneas estos años pasados con la retirada de hasta 50% de sus flotas y despidos masivos en sus peores momentos.

Fuente: sputniknews