El pasado mes de marzo el fabricante sueco Volvo, propiedad de los chinos de Geely, confirmaba sus planes para incorporarse al sector de coche eléctrico. Una primera propuesta de la que hemos conocido algunos detalles, pero que nos faltaba saber por ejemplo, donde sería fabricada.
Ahora parece que se aclara este aspecto, y según fuentes internas, Volvo finalmente ensamblará sus modelos eléctricos en China, concretamente en la planta que tienen en la localidad de Luqiao. Un paso muy importante que les permitirá ser competitivos en el mercado local, pero que veremos como afecta a sus planes de expansión a Europa, y sobre todo unos Estados Unidos en plena revolución de los tratados comerciales.
Por un lado de esta forma el fabricante lograría atender al que en la actualidad es su mayor mercado, China. Al mismo tiempo ya disponen de experiencia en la fabricación de un modelo en suelo chino, el Volvo S60, que es enviado a todo el mundo.
En caso de confirmarse esta opción, sería más factible alcanzar el objetivo que se ha marcado de poner en 2019 en el mercado una berlina eléctrica con una autonomía de 400 kilómetros, y un precio de entre 35.000 y 40.000 euros.
Otra de las claves será la nueva plataforma. Una base denominada CMA que permitirá albergar diferentes configuraciones mecánicas, incluyendo las eléctricas puras, y que será usada por la próxima generación del XC40, que debutará en 2018. Un movimiento que permitirá dividir el coste de la base entre diferentes modelos y diferentes sistemas de propulsión.
El resultado podría ser una berlina o un todocamino con diseño europeo, un sistema de propulsión y baterías competente, y un precio contenido. Sin duda una receta de lo más interesante para la que como hemos visto, todavía tendremos que esperar al menos dos años para ver en las calles.
Una nueva incorporación que pondrá más interesante un final de década que sin duda se presenta de lo más interesante en el segmento de los coches eléctricos.
Vía | Aiutonews
