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Un estudio muestra el potencial de los sistema V2G para regular la red eléctrica, y que incluso pueden mejorar la vida útil de las baterías de los coches eléctricos

Un equipo de la Universidad británica de Warwick ha conducido un estudio práctico donde pone sobre la mesa el enorme potencial de los sistemas V2G. Aquellos que nos proponen usar las baterías de los coches eléctricos como respaldo de las redes eléctricas. Un formato que permitirá disparar el potencial de fuentes como las energías renovables.

Este proyecto ha sido liderado por el Dr Kotub Uddin, con un grupo de investigadores de la Universidad y el apoyo técnico de Jaguar Land Rover, y su importancia radica en que no se trata de un ejercicio teórico, sino que ha sido realizado mediante pruebas reales. Unas pruebas que han consistido en alimentar unas oficinas usando la energía de las baterías de unos coches eléctricos aparcados en los exteriores del recinto.

La idea básicamente es usar la batería de los coches como respaldo. Coger una parte de la electricidad acumulado cuando sea necesario, y devolverla antes de que el conductor llegue al vehículo. Un intercambio que supondría la entrada en los vehículos de energía en las horas más económicas, y una salida de un porcentaje determinado en las horas más costosas. Algo que según el estudio, con millones de coches conectados permitirá reducir el impacto de los picos de demanda, y optimizar la producción de las energías renovables.

Una de las conclusiones más sorprendentes es sin duda que con una gestión inteligente, los sistemas V2G no sólo no dañan la batería por la degradación de los ciclos de carga y descarga. Incluso han descubierto que con una gestión adecuada incuso pueden mejorar hasta un 10% el estado de la batería.

Para descubrirlo el equipo ha estado durante dos años usando baterías de modelos eléctricos comerciales que podrían alimentar un edificio que cuenta con un auditorio de 100 asientos, dos laboratorios eléctricos, laboratorios de enseñanza, salas de reuniones y viviendas para aproximadamente 360 empleados. Un ejercicio teórico que podría mostrar las posibilidades de alimentar todo con energía de vehículos eléctricos estacionados en el campus de la Universidad.

La clave ha estado en el desarrollo de un algoritmo de red inteligente, capaz de calcular la cantidad de energía que requiere un vehículo para llevar a cabo viajes diarios y, fundamentalmente, cuánta energía puede extraerse de su batería sin afectarla negativamente; Incluso como hemos visto mejorando su longevidad.

La cuestión es que la degradación de una batería depende de su edad, la temperatura, el estado de carga, la corriente y la profundidad de descarga. El V2G se convierte en una herramienta eficaz que puede utilizarse para optimizar las condiciones de una batería. Por lo tanto, tomando el exceso de energía de un coche eléctrico, y usar esa energía para alimentar la red, en realidad puede incluso reducir la degradación de la misma.

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Fuente | Warwick

 

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