Bentley tiene actualmente como buque insignia el modelo Mulsanne, una berlina de representación del segmento F cuyo mayor rival es el Rolls-Royce Phantom VIII. Este suntuoso modelo, probablemente de los más lujosos de todo el mercado mundial, afrontará su renovación a principios de la década que viene. A pesar de que se puso a la venta originalmente en 2010, la producción de Mulsanne se está extendiendo más de lo previsto.
Para cuando su sustituto llegue, el mercado de lujo estará poblado por un mayor número de modelos eléctricos y nuevas marcas, entre ellas la renacida Lagonda (perteneciente a la británica Aston Martin), que con una propuesta juvenil y 100% eléctrica planea revolucionar el segmento de lujo. Tampoco podemos perder de vista a la división Maybach de Mercedes-Benz, que podría recibir su propia versión de la berlina EQ S, al misterioso BMW iNEXT, al Audi A9 e-tron, y al futuro Rolls-Royce eléctrico basado en el Phantom (ya confirmado).
Así, Bentley podría estar sopesando crear un sustituto 100% eléctrico para tomar el relevo del Mulsanne. Este vehículo serviría como exponente tecnológico de la marca, y podría compartir elementos como la plataforma con modelos similares de Porsche (Mission E), Audi (A9) o incluso Volkswagen (I.D. Vizzion).
Se cree que Bentley no está interesada en crear versiones eléctricas puras de su SUV Bentayga en este momento, si bien un gran sedán podría ser una oportunidad muy atractiva, especialmente si su lanzamiento se produce a la vez que la llegada de la tecnología de la próxima generación de baterías.
A pesar de todo, antes de este modelo debería llegar otro coche eléctrico a Bentley, basado en la plataforma J1 del Porsche Mission E. Lo más probable es que sea una berlina deportiva del segmento E, es decir, más pequeña que las actuales berlinas de Bentley (Continental Flying Spur y Mulsanne, sendos sedanes del segmento F).
Fuente | Autocar
