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Toyota, Nissan, Honda, Panasonic y GS Yuasa suman fuerzas con el gobierno de Japón para acelerar el desarrollo de baterías de electrolito sólido

Los fabricantes de baterías japoneses no pasan por un buen momento. La cuota de mercado dentro del sector del coche eléctrico no para de menguar, y como ejemplo el 70% que controlaban en 2013, que se ha visto reducida el pasado 2017 hasta el 41%. Una señal que les ha animado a dar un paso muy importante de cara a intentar contener la dinámica en la próxima generación.

De esa forma se ha formalizado una asociación promovida desde el gobierno de Japón, y que aglutina a nombres tan importantes como los fabricantes Toyota, Nissan y Honda, que sumarán fuerzas con los desarrolladores de baterías Panasonic y GS Yuasa. El objetivo, acelerar el desarrollo de las baterías de electrolito sólido.

Esta iniciativa llevará el nombre de LIBTEC, y contará con el apoyo económico del sector público, que en esta primera fase de formalización aportará un total de 11.7 millones de euros al proyecto. Una iniciativa que cuenta entre sus objetivos el desarrollar baterías de electrolito sólido capaces de multiplicar la densidad energética actual, y hacerlo además con una mayor vida útil, seguridad, y menor coste.

La idea es poder fabricar packs capaces de ofrecer a los coches eléctricos autonomías de hasta 800 kilómetros con cada carga para 2030. Algo que nos indica que los plazos para esta tecnología parece que se irán bastante más allá de las estimaciones de marcas como la propia Toyota que esperan comenzar las pruebas con esta tecnología en 2020, o de Renault, que en 2025 ha indicado comenzará a instalarlas en sus nuevos modelos.

Algo que nos indica que posiblemente para llegar a los 800 kilómetros de autonomía tendremos que esperar a finales de la próxima década, pero que antes habrá ya propuestas que ofrecerán cifras de 500 o 600 kilómetros. Una cifra que muchos usuarios han indicado será la mínima para dar el salto a un coche eléctrico y que los rumores indican podrían llegar entre 2023 y 2025.

Pero esta tecnología no sólo ofrecerá autonomía. También cuenta con un elevado potencial para aceptar recargas ultra-rápidas, lo que ayudará a reducir la necesidad de instalar packs de baterías sobredimensionados. Y es que en el espacio actual donde se instalan 40 o 50 kWh, será posible meter sin problemas 70 u 80 kWh, y además hacerlo sin comprometer el peso del vehículo, algo que ayudará a reducir el consumo y precisamente la necesidad de instalar enormes packs en los coches medios lo que servirá para reducir sus precios.

Vía | Nikkei

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