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La revisión de los subsidios en China podría afectar a la industria de baterías del país

China es, sin lugar a dudas, la región del mundo de mayor importancia para el coche eléctrico, por delante de Estados Unidos o Europa. Esto se ha debido en gran medida a la apuesta que ha llevado a cabo el gobierno del país asiático para promocionar este tecnología, mediante inversiones en desarrollo; beneficios fiscales y subsidios para que empresas nacionales dedicadas al sector, tanto nuevas como ya asentadas, se expandan; y sobretodo, ayudas a los usuarios para la compra de vehículos.

Por supuesto, esto también ha afectado a la industria de baterías. Clásicamente dominada por marcas japonesas (Panasonic) o coreanas (LG Chem y Samsung SDI), el gobierno chino ha creado el calvo de cultivo ideal para que surjan empresas punteras dedicadas al desarrollo de baterías en el país: podemos destacar la presencia de CATL y BYD, siendo esta última compañía también una marca de coches electrificados.

Sin embargo, el gobierno chino está ahora reformando su programa de subvenciones. Por ejemplo, en materia de coches eléctricos, aquellos que tengan una autonomía inferior a los 150 km por carga no podrán acogerse a las ayudas estatales. Una medida con la que el gobierno del país asiático quiere promocionar el desarrollo y la popularización de los coches eléctricos de mayor autonomía.

Esto tendrá un impacto también en la industria de las baterías: «Este ha sido un mercado fuertemente subsidiado por el gobierno», declara Mark Newman, principal analista global de baterías, almacenamiento de energía y vehículos eléctricos de Bernstein. «Ahora están tratando de destetarlo, y se está empezando a ver quién es un digno fabricante de baterías que puede sobrevivir por su cuenta».

Lo cierto es que es muy probable que algunos fabricantes de pequeño tamaño no consigan sobrevivir a la falta de subsidios. Sin embargo, esto permitirá que las empresas más punteras tengan que luchar por ser más competitivas al perder el sostén gubernamental, lo que unido a la necesidad de crear baterías más capaces para que los coches puedan seguir acogiéndose a las subvenciones gubernamentales, llevará probablemente a un desarrollo tecnológico incluso más rápido que hasta ahora.

Por el momento, BYD y CATL son empresas con un volumen de producción considerable, pero su tecnología es inferior a la que tienen sus rivales coreanas y japonesas. Por lo tanto, se hace indispensable una mejora en la competitividad para que la industria de baterías china pueda mantenerse a un buen nivel de cara al futuro, pues lo más probable es que en la primera mitad de la década que viene se unan competidores europeos y americanos, al estar muchas empresas occidentales invirtiendo en la tecnología del electrolito sólido para poder recuperar terreno frente a las compañías asiáticas. Es decir, por el momento China tiene de su lado el volumen de producción, pero no la tecnología más puntera.

Fuente | Bloomberg

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