Hace unas semanas que de forma discreta han comenzado la recogida de pedidos del BMW i3 de 120 Ah. Una nueva versión que recibe la nueva batería de 42 kWh, y que estos días han arrancado las primeras entregas en nuestro país.
La principal novedad es precisamente el nuevo incremento de la capacidad de la batería, y de la autonomía. Bajo el ciclo WLTP el nuevo i3 es capaz de alcanzar los 310 kilómetros con cada carga, 285 kilómetros para la versión deportivo i3S. Algo que supondrá incrementar de nuevo la autonomía del i3 un 30%. Un salto adelante importante que permite rejuvenecer un veterano que recordamos lleva ya cinco años en el mercado con pequeños cambios estéticos, y dos renovaciones de batería.
No habrá cambios en el sistema de propulsión que mantendrá los 125 kW (170 CV) para la versión i3, y los 135 kW (184 CV) para la deportiva i3s. Como curiosidad indicar que las cifras de aceleración no se han modificado por la llegada de la nueva batería, con una primera variante capaz de llegar a los 100 km/h en 7.3 segundos, y la segunda en 6.9 segundos.
Pero donde también hay modificaciones es en el aspecto económico. Nunca ha sido un coche económico, ni con pretensiones de serlo, pero con cada nueva actualización BMW ha ido aumentando el precio del i3 de forma paulatina. Con esta actualización hacerse con la versión más económica lleva el presupuesto hasta los 39.500 euros, 43.500 euros de la versión i3S. Y eso sin ningún elemento opcional, siendo la única versión ya que como recordamos la dotada del extensor de autonomía ha desaparecido de la oferta.
Este será el precio base para un i3 que como mínimo necesita añadir las llantas de 17 pulgadas de diseño turbina, ya que las de serie son terriblemente horrorosas. Un elemento que tiene un coste de 870 euros. También interesante el sistema de cámara de aparcamiento, que suponen otros 430 euros, y el sistema de control de velocidad con detección de vehículos, que llega a frenar el coche, y que tiene un coste bastante razonable, 260 euros.
Lo que ya no tiene mucho sentido es que elementos como la bomba de calor sean opcionales. Un sistema que reduce el consumo de la climatización, y que suponen un desembolso de otros 680 euros.
Lo que no logramos encontrar en el configurador son las opciones de carga del coche. Hasta ahora el i3 venía muy mal dotado, con un cargador de serie de 3.7 kW, siendo opcional tanto la recarga a 7 kW, como la trifásica a 11 kW, y la rápida a 50 kW. Pero en la web no hemos visto ni la opción, ni ningún paquete que las incluya.
Una nueva versión que tiene como reto defender la bandera eléctrica de BMW al menos tres años más, hasta la llegada de la nueva generación de coches eléctricos de BMW a los que no se esperan hasta 2021. Y no solo eso, también tendrá que enfrentarse a un mercado que crece en opciones, y donde los alemanes tendrán que sacar el máximo partido a la imagen de marca que ofrece el i3.
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