Como muchos otros fabricantes, Volkswagen está esforzándose para llevar a cabo cuanto antes, y en las mejores condiciones posibles, la electrificación de su gama. Una de las formas con las que quiere aumentar la producción de las baterías, tan necesaria para los futuros coches eléctricos de su gama, es la de crear joint ventures con varios productores de baterías, así como realizar inversiones en ellos para beneficiarse de una mejor relación con estos fabricantes.
De esta forma, Volkswagen quiere convencer a los proveedores de celdas de baterías para conseguir producir coches eléctricos de forma más agresiva y prepararse para el futuro sin dejar de lado este importante componente de los vehículos.
Volkswagen quiere desembolsar 50.000 millones de euros en celdas de baterías y ha elegido a Northvolt (Suecia), CATL (China), SKI, LG Chem y Samsung SDI (Corea del Sur) como socios estratégicos.
No todos los proveedores están convencidos de que la movilidad eléctrica se extenderá a gran escala. Necesitas invertir más tiempo convenciendo a todos en invertir en la industria del automóvil, según ha comentado Stefan Sommer, miembro del consejo de administración de Volkswagen.
Volkswagen asegura que para el año 2025 necesitará 150 GWh de capacidad producción de baterías en Europa y otros 150 GWh en Asia. Para el año 2030, esta cifra será el doble.
Los productores tiene que decidir si prefieren producir un nuevo smartphone o construir una nueva planta de producción de baterías para coches eléctricos. Debido a esto, los fabricantes se preguntan si el volumen de producción aumentará de forma considerable en un periodo corto de tiempo.
El fabricante alemán está reconvirtiendo 16 plantas de producción para producir coches eléctricos y tiene previsto comenzar la fabricación de 33 modelos diferentes bajo las diferentes marcas del grupo; Skoda, Audi, Volkswagen y SEAT para la mitad del año 2023.
Aunque los clientes han sido precavidos en la introducción del coche eléctrico a gran escala, esto es debido principalmente a las reducidas autonomías de los vehículos eléctricos más antiguos y sus lentas velocidades de recarga. La falta de infraestructura de puntos de carga públicos también es un factor a tener en cuenta en la reducida instauración de este tipo de movilidad.
Se espera que todos estos puntos negativos desaparezcan muy pronto, ya que cada vez son más los puntos de carga para vehículos eléctricos que están disponibles en los diferentes territorios. Las autonomías, además, no dejan de aumentar con los nuevos desarrollos en baterías de iones de litio, y continuará haciéndolo con las nuevas celdas de electrolito sólido que están por llegar.
Fuente | Reuters