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El Jaguar I-Pace fracasa en la maniobra de esquiva de Km77

Km77 es una conocida web española especializada en reviews de automóviles. Desde hace un tiempo, el medio realiza la maniobra de esquiva (conocida también como test del alce) con todos los vehículos que prueba. Este test originario de los países nórdicos sirve para medir la efectividad de un vehículo a la hora de esquivar un obstáculo de grandes dimensiones en la carretera (como por ejemplo, un alce).

La prueba se realiza a velocidades de entre 60 km/h y 90 km/h, y consiste en tres carriles de conos con los cuales se pretende emular una maniobra en la cual el conductor debe esquivar a un animal de gran tamaño y rápidamente volver a su carril para no chocar contra los coches que vienen de frente. La maniobra de esquiva ha permitido a lo largo de las últimas décadas que los periodistas del mundo del motor descubran potenciales problemas en la puesta a puntos de diversos vehículos.

En este tipo de pruebas, es importante no solo el ajuste del chasis del coche, sino también la calibración de sus sistemas de control de estabilidad. Así, mientras que hay modelos que son capaces de superar el test a alta velocidad sin que las ayudas electrónicas intervengan de forma especialmente intrusiva, en otros el control de estabilidad frena por completo el coche para evitar situaciones de riesgo. En algunos casos, ni siquiera las ayudas a la conducción pueden salvar a un chasis mal puesto a punto de provocar reacciones bruscas y peligrosas.

Con todo, pocas veces es el control de estabilidad el que empaña el resultado obtenido por un vehículo. Sin embargo, este es el caso del Jaguar I-Pace, cuyo ESP frena la rueda delantera sobre la que se producen los apoyos en los cambios de trayectoria, llegando a bloquearla y provocando que el coche se comporte de forma errática.

El mejor resultado obtenido por el SUV eléctrico sin derribar ningún cono es a una velocidad de 73 km/h. Esto contrasta con la buena nota lograda por otro modelo a baterías, el Tesla Model 3, que en su versión Long Range Dual Motor consiguió pasar la prueba a 83 km/h, lo que lo convirtió junto con el Ford Focus en el coche que más rápido fue capaz de superar la prueba, quedando por delante de deportivos como el Porsche 911. Esto fue posible gracias a su bajo centro de gravedad y a la retención de la frenada regenerativa.

Fuente | Km77

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