El transporte de las baterías de coches eléctricos una vez finalizada su vida útil. Un costoso proceso que puede solucionarse con nitrógeno
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Publicado: 04/12/2019 10:27
Cuando una batería de un coche eléctrico ha llegado al final de su vida útil, ya sea por un fallo de la misma o por un accidente, necesita ser transportada a un lugar adecuado para realizar el tratamiento para su reciclaje o reutilización. Un transporte que hasta ahora ha pasado desapercibido pero cuya complejidad y coste supone una amenaza para las marcas y los usuarios por sus elevados costes.
Y es que no hablamos del proceso al que tendrá que ser sometida la batería una vez en la planta de reciclaje. Incluso antes estos packs deben pasar un proceso de transporte mucho más complejo de lo que podríamos imaginar. Unas baterías dañadas que pueden provocar incendios de difícil extinción y que obligan a tomar unas medidas extremas, y muy caras.
Por ejemplo, para transportar una batería, el transporte debe estar compuesto por un contenedor a prueba de bombas. Un sistema que en el caso de una batería de unos 80 kWh tiene un coste de unos 10.000 euros, que además debe contar con la acreditación de Naciones Unidas que tiene un coste de otros 10.000 euros.
Ahora un grupo de investigadores de la universidad británica de Warwick, han desarrollado de forma conjunta con técnicos de Jaguar Land Rover, y han desarrollado un sistema que utiliza nitrógeno líquido para congelar rápidamente la batería, y de esa forma poder almacenarla de forma segura durante dos semanas.
Las pruebas realizadas han dado como resultado que el proceso de congelación no había afectado a la capacidad energética ni su vida útil de las baterías. Además, incluso se llegó a realizar pruebas extremas como el perforar una celda con una punta metálica, con el resultado de no provocarse ni incendio ni ninguna explosión.
El proceso de transporte necesitará energía para lograr mantener las baterías por debajo de los 35 grados bajo cero. Pero esto se compensa con los menores costes del contenedor que para una misma batería podría rebajarse hasta apenas 200 euros. Algo que supone reducir de forma drástica los costes de transporte de estas baterías.
Una interesante alternativa a un formato actual que según los expertos es inasumible cuando el flujo de baterías dañadas sea más elevado, y donde el nitrógeno jugará un papel clave para ofrecer una alternativa mucho más económica.
Fuente | Warwick