Recientemente, Suzuki ha llegado a un acuerdo con Toyota para desarrollar sendas versiones de los Corolla Touring Sports Hybrid y RAV4 Hybrid con el objetivo de venderlas bajo su propia marca, movimiento con el que se pretende reducir la media de emisiones contaminantes del pequeño fabricante japonés en Europa y con ello esquivar las sanciones previstas en las nuevas y estrictas normativas anticontaminación.
De hecho, la firma ha tenido que congelar las ventas del todoterreno ligero Jimny, un modelo que ha gozado de gran éxito en el viejo continente pero que sin embargo ha elevado la media de emisiones de la compañía, que ha decidido comenzar a traerlo con cuentagotas para que afecte lo menos posible al cómputo total de su gama.
La compañía a día de hoy vende tres modelos «mild-hybrid» (microhíbridos) en nuestro mercado: los Ignis, Swift y Baleno dotados del sistema de 12 voltios SHVS. Aunque los modelos SHVS de Suzuki no son híbridos convencionales, disfrutan de la pegatina ECO que la DGT, lo que los convierte en una de las opciones más económicas dotadas de este distintivo.
Los mild-hybrid han sido criticados con dureza por muchos usuarios, pues a la hora de la verdad la reducción de emisiones lograda con estos sistemas es de matiz, algo debido a que el apoyo eléctrico que recibe el motor de combustión en la mayoría de casos es mínimo. Algunos fabricantes incluso están montando sistemas microhíbridos en motores diésel, lo que les permite acceder a la pegatina ECO. En el caso concreto de Suzuki, el sistema SHVS cuenta con unas pequeñas baterías de iones de litio que permiten al sistema ser más eficiente y capaz que la mayoría de microhíbridos.
Curiosamente, ahora la marca ha presentado un nuevo sistema mild-hybrid de 48 voltios que parece ir un paso más allá de los microhíbridos convencionales, aportando una serie de ventajas realmente interesantes desde un punto de vista técnico. El sistema K14D Boosterjet parte del motor 1.4 Boosterjet de gasolina, y es notablemente más complejo que el SHVS.
Dotado de una pequeña batería de iones de litio, de un motor de arranque/generador ISG y de un convertidor de 48 voltios a 12 voltios, la energía regenerada en las frenadas se utiliza para alimentar el climatizador, la radio o el sistema de iluminación, lo que permite reducir el consumo energético. Además, el ISG puede darle al motor 1.4 Boosterjet un apoyo extra de hasta 235 Nm.
Lo más interesante de todo es que gracias a la energía recuperada en las decelaraciones, el ISG será capaz de mantener el ralentí del motor térmico, moviendo la mecánica sin inyectar gasolina. Cuando esta función esté activa (algo que solo ocurre a menos de 16 km/h), el motor girará a 1.000 rpm. Esto evitará que el propulsor se pare, eliminando también los picos de consumo resultantes de los continuos arranques de los sistemas start&stop convencionales. Este sistema llegará en marzo de 2020 a los Swift Sport, Vitara y S-Cross.
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