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Ahora no Permitir

Un directivo de BMW afirma que Estados Unidos no necesitará coches eléctricos «durante 30 años» y que el futuro es el coche de hidrógeno

La industria del automóvil se encuentra en una etapa de cambios. En plena transición hacia la movilidad eléctrica, los fabricantes se dividen entre los que afirman que los coches eléctricos a baterías se implantarán de forma muy rápida (Tesla, Volkswagen, Renault) y los que creen que su expansión será lenta (Toyota, Mazda)… si es que llegan a imponerse a la pila de combustible de hidrógeno.

BMW es una marca difícil de clasificar, pues aunque sus planes de electrificación son muy ambiciosos (para el año 2023 contará con un total de doce modelos 100% eléctricos, incluyendo varios de la marca MINI), en numerosas ocasiones sus directivos se han mostrado reacios a este cambio. Este es el caso de Klaus Froehlich, jefe de I+D de BMW en Estados Unidos.

«Vemos los coches eléctricos a baterías principalmente para la costa oeste y partes de la costa este, mientras que el resto de los Estados Unidos continuará con motores de gasolina convencionales. Las suposiciones más optimistas apuntan a que los vehículos enchufables representarán del 20% al 30% de las ventas mundiales para 2030, pero con una distribución global muy diversa».

Froehlich argumenta que la expansión de los coches eléctricos dependerá de las normativas de emisiones de cada mercado. Así, el directivo afirma que las grandes ciudades chinas adoptarán rápidamente los coches eléctricos, mientras que la zona oeste del país continuará apostando por los modelos térmicos durante 15 o 20 años.

En el caso de Europa, el ejecutivo cree que los híbridos enchufables se impondrán a los coches eléctricos puros, mientras que en Estados Unidos «la mayoría de usuarios no necesitarán un vehículo enchufable» durante 30 años. En base a esto, Froehlich defiende que las plataformas de BMW deben ser flexibles y poder acoger cualquier tipo de tren motriz, adaptándose a los diferentes mercados. Sin embargo, algunos expertos creen que la reducción de costes de los coches eléctricos pasará por la creación de líneas de producción y arquitecturas específicas, una estrategia diametralmente opuesta a la seguida por la firma bávara.

Froehlich cree que los coches eléctricos deberán superar varios obstáculos para implantarse en el futuro, como por ejemplo un posible aumento en el precio de las materias primas para fabricar celdas o el impacto de la carga rápida en las baterías. Sin embargo, se muestra mucho más indulgente con la pila de combustible de hidrógeno.

El directivo afirma que, aunque actualmente los trenes motrices de hidrógeno cuestan 10 veces más que los de los coches eléctricos a baterías, para 2025 la marca planea igualar costes gracias a su tercera generación de pila de combustible. Froehlich cree que los coches de hidrógeno serán la alternativa ideal para los usuarios en 2025, obviando detalles como la falta de eficiencia en la obtención de hidrógeno, la dificultad para crear una red de hidrogeneras o su lenta evolución frente a las cada vez más avanzadas baterías.

Fuente | Electrek

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