Las generosas ayudas públicas en Francia y Alemania ponen a prueba el mercado de ocasión del coche eléctrico

Los principales mercados europeos se han lanzado a la puesta en marcha de amplios programas de ayudas a la compra de coches eléctricos como una fórmula para aumentar sus ventas, y de paso echar una mano a sus fabricantes incrementando el atractivo de estas alternativas y rellenando algo los márgenes comerciales. Pero estas ayudas que en algunos casos llegan a los 10.000 euros, supone todo un reto para la industria del coche eléctrico de ocasión que debe enfrentarse a una competencia muy dura.

Así lo ha indicado la Asociación Central de la Industria Alemana de Vehículos Motorizados (Deutsches Kraftfahrzeuggewerbe) que ha confirmado los problemas que está causando la activación de las generosas ayudas públicas del gobierno alemán al coche eléctrico entre sus asociados.

Entre los principales afectados están los coches ya matriculados, modelos de exposición, demostración y km0, que ven como su precio se coloca por encima incluso de los modelos a estrenar al añadir la ayuda pública.

También ven como su oferta pierde atractivo los vendedores de coches de segunda mano, cuyos precios se han visto afectados de un día para otro de forma drástica por la entrada en vigor de las subvenciones a los coches nuevos. Y no sólo a los profesionales, sino que también muchos particulares que estaban en proceso de venta de su vehículo y que han notado un descenso importante de la demanda.

Entre las medidas que desde la asociación alemana piden al gobierno es que las ayudas se apliquen de forma retroactiva a los coches matriculados desde noviembre de 2019. Algo que facilitaría el poder sacar adelante los stocks que se acumulan en los almacenes de los vendedores.

 

Por ejemplo, un cliente que busque llevarse a casa un Renault ZOE en su versión de 52 kWh y batería en propiedad, tendrá ante si la opción de comprarse una unidad a estrenar que con las ayudas públicas tiene un precio de 22.184 euros. Un coste muy difícil de mejorar para una unidad de stock e incluso de ocasión de la anterior generación, que tendrán que bajar sus precios debido a la fuerte competencia.

Esto por supuesto tendrá sus beneficiados en los clientes que busquen un eléctrico de ocasión, que verán como en lugares con fuertes ayudas públicas el mercado de ocasión tendrá que adaptarse reduciendo tarifas.

Otra opción sería seguir ejemplos como el de Francia, Países Bajos, o el de estados como California, donde los compradores de coches eléctricos de segunda mano puedan acceder a ayudas públicas, para de esa forma reducir todavía más el coste y facilitar su acceso a las rentas bajas. Algo que ayudaría a minimizar el impacto en este cada vez más dinámico mercado de las sustanciales ayudas públicas.

Lo que si está claro es que al menos este año, los vendedores de coches eléctricos de ocasión en mercados como Alemania, Francia o Italia, tendrán ante si una difícil situación donde a pesar del fuerte aumento de la demanda, pueden ver como el margen de venta se diluye precisamente por la fuerte competencia de unos coches a estrenar con precios vitaminados por el dinero público.

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