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La guerra de Tesla contra las actualizaciones de terceras empresas de su software

El software se ha convertido en pocos meses en una palabra intrínsecamente unida al sector del automóvil. Vehículos cada vez más equipados y conectados, que han llevado a los fabricantes a contar con un elemento hasta hace pocos años prácticamente ajeno al funcionamiento y equipamiento de un coche. Pero en este sector también se abren retos para los fabricantes que incluso los más avanzados como Tesla están afrontando de una forma errónea.

Se trata de un escenario que se extenderá sin duda a otras marcas en una nueva era donde las actualizaciones y mejoras de las prestaciones de los vehículos una vez salidos de fábrica se está convirtiendo en una importante parte del negocio. La venta de prestaciones o equipamiento por suscripción abre un universo para las marcas que podrán seguir ingresando dinero meses o años después de que el coche haya llegado a su dueño, e incluso sin tener que acudir físicamente a un concesionario.

Pero la cuestión es que donde hay dinero, hay intereses, y los programadores externos han encontrado un nicho de mercado desarrollando soluciones alternativas y más económicas a las que ofrecen los fabricantes. Algo con lo que ya está lidiando Tesla.

Desde hace un tiempo la marca norteamericana ofrece mejoras a demanda para sus vehículos. Por ejemplo, el Model 3 Long Range puede acceder a la función «Acceleration Boost». Una mejora que desbloquea unos 50 CV de potencia, lo que le permite rebajar los tiempos de los 4.4 a los 3.9 segundos hasta los 100 km/h, y todo por un precio de unos 2.000 euros.

Ahora una empresa canadiense, Ingenext, ha desarrollado un kit para poder desbloquear esta función con un precio algo más económico de 1.104 dólares.

A la vista de que algunos usuarios estaban accediendo a esta función de forma «paralela», Tesla ha realizado una actualización de sus vehículos que mostraba un mensaje en la pantalla a los que habían adquirido esta modificación externa, donde se les avisaba de la presencia de una modificación incompatible. Una acción que no ha pasado del molesto aviso en la pantalla, que no ha afectado al funcionamiento del vehículo.

Desde la compañía desarrolladora han indicado que han avisado a sus clientes de no realizar dicha actualización, mientras preparan un parche que retire ese aviso en la pantalla.

Se trata de una carrera que Tesla tiene perdida desde el principio ya que por mucho que notifique a los clientes, los coches son de su propiedad y pueden hacer las modificaciones que crean convenientes, siempre claro bajo su propio riesgo. Una política cerrada que no impedirá que sigan apareciendo modificaciones que se salten las protecciones de Tesla buscando el negocio que hay en ellas, lo que provocará que los fabricantes tengan que ser más competitivos en el aspecto económico si no quieren ver como los ingresos van a parar a otras compañías.

Por otro lado hablamos de coches y no de ordenadores o teléfonos móviles. Hay un factor de seguridad que tiene que ser analizado por los organismos públicos que regulen este tipo de modificaciones que pueden llegar a afectar por ejemplo a sistemas de ayudas a la conducción, como Autopilot, que llegado el momento podría ser también objeto de este tipo de acciones sin las garantías de que se mantenga su funcionamiento.

Via | Reddit

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