Las historias sobre la degradación prematura de la batería del Nissan LEAF ha formado parte de la parte más oscura de la era moderna del coche eléctrico. Una situación provocada por la mala química y nula gestión térmica de las celdas que ha provocado verdaderos dramas de personas que se han gastado una importante cantidad de dinero en un coche que pierde autonomía de forma acelerada.
A la resistencia bastante mejorable de la batería, se ha sumado una nefasta gestión postventa por parte de la marca japonesa, que ha afrontado la situación de la peor manera dando un trato a sus clientes que le ha costado situarse a la cola en cuanto a percepción de los clientes que ahora buscan un nuevo coche eléctrico.
Ahora desde Australia nos llega un nuevo caso que supone un nuevo récord mundial en cuanto al coste de sustitución de la batería. Una alternativa que algunos usuarios han buscado como solución a sus problemas, y que les ha provocado más de un susto en lo económico, además de instalar una batería con la misma o peor resistencia.
Pero nada comparado con lo que ha vivido la señora Zoe Alford. Una residente australiana que se compró un LEAF de ocasión de primera la generación, con un competitivo coste de 8.000 euros al cambio, como una alternativa económica de electrificar sus desplazamientos.
Como suele repetirse casi siempre en estos casos, los problemas comenzaron pronto. Esta paso de ver una autonomía con la batería completa de 115 kilómetros, que podríamos decir que es un alcance más que suficiente a la vista del coste del vehículo. Pero a los pocos meses la cifra bajó hasta los entre 70 y 80 kilómetros con la batería al 100%. Algo que indicaba que la pérdida de capacidad estaba siendo muy rápida.
La batería más cara del mundo
A la vista de que la situación no mejoraba, como es normal, se dirigió a su centro Nissan más cercano para preguntar por la posibilidad de cambiar la batería por una nueva. El resultado ha sido una de las mayores sorpresas de su vida.
Y es que desde la concesión se le ofreció un coste de 121.000 dólares australianos, que al cambio actual son nada menos que 74.485 euros. Una cifra totalmente absurda incluso teniendo en cuenta que esta tendría que ser traída desde Japón.
Con esta cifra en su presupuesto, Zoe se puso en contacto con los responsables de Nissan en Australia para pedir explicaciones o una aclaración. Algo que sucedió durante meses. Lo peor es que después de un buen periodo de tiempo si recibió respuesta por parte de Nissan, que no ha podido ser más esperpéntica.
Y es que desde el fabricante se la ha indicado que claramente hay un error en las cifras, pero que no saben donde está el origen y que no le pueden dar un precio diferente.
A la vista de las circunstancias, Zoe ha buscado una batería usada para sustituir a la suya. Pero el coste aunque mucho menor que el de Nissan, sigue siendo elevado, unos 8.600 euros al cambio. Por lo que decidió darse por vencida.
Una alternativa que pueden ofrecer los emprendedores que están desarrollando sistemas adaptados, y que por cantidades bastante competitivas permiten la instalación de baterías con incluso más capacidad que las originales, con unos precios de entre 8 y 10 mil euros, pero que muchos propietarios no tienen acceso o no conocen, provocando un goteo constante de afectados por el problema de degradación del LEAF.
Vía | Tvnz