El mercado del coche eléctrico cuenta con una enorme demanda latente de personas interesadas en jubilar su viejo diésel o gasolina y dar el salto a la nueva era. Un aspecto lastrado principalmente por la cuestión económica. Pero según los analistas, este tipo de cliente está a las puertas de vivir una verdadera revolución con la explosión del mercado de segunda mano que se está posicionando como una alternativa cada vez más interesante.
Y es que para que haya buenas ofertas, deben darse la mano factores como nuevas ventas de modelos nuevos, y también una amplia oferta de usados muchos de ellos procedentes de propietarios que han decidido actualizar su eléctrico por uno nuevo. Un caldo de cultivo que supone elevar la competencia por hacerse con un cliente y que provoca que los precios sean cada vez más bajos.
Según la consultora automovilística Glass, solo en el Reino Unido han visto como la oferta de coches eléctricos de ocasión ha pasado de apenas 1.500 unidades en a finales de 2019, a las 7.500 ofertas con las que estiman ha cerrado el pasado 2020.
Esto supone que en apenas un año la oferta de coches eléctricos de ocasión ha vivido un incremento del 130%. Una cifra que ha permitido además reducir los precios hasta cifras que se colocan a una altura que los expertos han indicado se acerca a sus números óptimos, 5.995 libras, que al cambio son 6.900 euros.
Dentro de este arco ya empieza a aflorar una oferta cada vez más variada de modelos de primera generación que permiten electrificar sus desplazamientos a los que no puedan o no quieran gastarse mucho dinero en un coche.
Otro aspecto llamativo es que a pesar de la bajada de precios de acceso, motivada por la mayor competencia pero también por la entrada de unidades con más años y más kilómetros, es que los precios residuales han mitigado su caída.
Después de unos primeros años donde la pérdida de valor ha sido enorme, motivado por factores como los problemas de batería de algunos modelos y el miedo de muchos clientes a afrontar la compra, ha dado paso a un escenario donde la tecnología ya ha demostrado con más detalle sus capacidades y ha permitido que la fuerte caída inicial se haya mitigado en los últimos años.
Como ejemplo uno de los modelos más populares en el mercado de ocasión y de los más veteranos, el Nissan LEAF, que en 2018 un modelo con cinco años apenas lograba retener el 15% de su valor original. Una cifra que las mejoras en aspectos como la batería le ha permitido que la cifra se multiplicase hasta el 30% de valor residual apenas 18 meses después de las primeras estimaciones.
En la actualidad el valor residual de una unidad de ocasión con cinco años se ha situado en el 25%. Algo motivado precisamente por la entrada de nuevos modelos en el mercado que está elevando otra vez la competencia y bajando los precios de todo el sector.
El Boom de 2021
Según el análisis de la consultora, el mercado del coche eléctrico usado se expandirá rápidamente ya este mismo año, y será un reflejo del fuerte aumento en las ventas de vehículos eléctricos nuevos, lo que significa que tanto la cantidad de opciones como el precio de los vehículos eléctricos solo mejorarán aún más con el paso de los meses.
La llegada de nuevas propuestas se sumará al incremento de producción de los muchos modelos que llegaron en 2020 al mercado, pero que el pasado año apenas pudieron desplegar su capacidad. Algo que debería suceder en este 2021.
Esto se traducirá irremediablemente en más competencia, lo que permitirá rebajar los precios de los modelos a la venta.
Por ejemplo, en la actualidad es bastante fácil encontrar unidades del Peugeot e208, con sus 50 kWh (340 km WLTP) y muy pocos kilómetros, con precios sin financiar ligeramente por encima de los 20.000 euros, y unas cuantas ofertas en torno a los 22.000 euros. Algo que podemos extender al hermano gemelo del e208, el Opel Corsa e.
Otro de los modelos más populares, el Renault ZOE, en su versión R110 y con la batería de 52 kWh (390 km WLTP) se coloca también en el arco de los 22.000 euros en las opciones más económicas con batería en propiedad y en unidades matriculadas en 2020.
Para los que busquen algo más premium, tenemos al veterano BMW i3, que en su hasta ahora última versión con batería de 42.2 kWh (310 km WLTP) con precios que arrancan en los 27.900 euros. Unos números que este año tendrán que recortarse gracias a la llegada de competencia. Para los que busquen algo más económico, está la anterior versión, con batería de 33 kWh brutos, 27.2 kWh útiles (235 km WLTP) y que está disponible desde 18.000 euros.
Esto nos indica que dada la actual situación económica provocada por la pandemia, así como la expansión del mercado, podemos pensar que de cara al verano el precio de los modelos con uno o dos años, menos de 10.000 km en su marcador, deberían situarse por debajo de los 20.000 euros, con algunas ofertas incluso entre dos y tres mil euro pos debajo de esta cifra. Algo que para los más atentos y rápidos, supondrá el poder hacerse con un eléctrico con más de 300 km de autonomía homologada, apenas un par de años desde su primera matriculación, por cifras muy competitivas incluso comparándolos con sus equivalentes gasolina.
Un precio que realizando una simulación de financiación, por ejemplo un modelo de 17.000 euros, donde demos 2.000 euros de entrada y financiemos el resto a cinco años, con un tipo de interés TAE del 4%, nos da una mensualidad de 276 euros. Una cifra que muchos podrán amortizar en mayor o menor medida gracias al ahorro mensual en gasóleo o gasolina.
Una cantidad que para los que se hagan con una unidad anterior, 2017-2019, será incluso más accesible y que sin duda supondrá un verdadero aliciente para el mercado de ocasión.
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