Los objetivos de ventas de coches eléctricos de Volkswagen en China eran muy ambiciosos. El principal mercado para esta tecnología se convertía en una oportunidad para aumentar sus cifras de matriculaciones en el gigante asiático. Pero la realidad está siendo peor de lo esperado con unas entregas muy por debajo de las previsiones, y con consecuencias muy peligrosas para sus cuentas.
El objetivo inicial de Volkswagen era el de lograr unas 400.000 entregas de su familia ID en China, para de esa forma contribuir a una buena marcha de las ventas generales de turismos que han crecido un 16% hasta los 1.8 millones de unidades en lo que llevamos de año, muy cerca de las cifras pre-pandemia, cuando se entregaron 1.92 millones de unidades en el primer semestre.
Pero el inicio de año ha sido desastroso para los eléctricos. En los seis primeros meses la cifra apenas ha llegado a las 18.285 unidades, con un ID.4 que en junio ha matriculado solo 2.900 unidades en toda China. Muy lejos de rivales como el Tesla Model 3, con 16.515 unidades, o el Model Y, con 11.623 unidades.
Esto ha llevado a la marca alemana a revisar sus expectativas de ventas de coches eléctricos en China, siendo ahora el objetivo lograr entre 80.000 y 100.000 unidades. Un número que a la vista de la marcha en el primer semestre, parece casi imposible de lograr.
Para los expertos, la explicación de la baja demanda de los eléctricos de Volkswagen está en factores como su bajo nivel de innovación y funciones inteligentes. Según Yale Zhang, fundador de la consultora Automotive Foresight con sede en Shanghái «Los modelos ID parecen un vehículo tradicional. Eso está bien en Europa, pero no en China, porque hay muchos competidores con nuevos modelos, ya sea de startups de vehículos eléctricos locales o de la propia Tesla con producción local«.
Las consecuencias y la búsqueda de un cambio
El director ejecutivo de Volkswagen, Herbet Diess, ha confirmado estos malos datos y los planes para revertir la situación. Según Diess «Tenemos el potencial económico, una amplia red de ventas y vamos a empezar a vender también en centros comerciales.»
Pero mientras Volkswagen logra encontrar la tecla para conseguir aumentar sus ventas, la realidad es que las cuotas de ventas y las multas por exceso de emisiones amenaza no sólo sus números en 2021, sino incluso la posibilidad de perder el permiso de vender en el mercado chino.
Es por eso que recientemente Volkswagen mediante su filial con el fabricante chino FAW (FAW-VW) habrían llegado a un acuerdo con Tesla para la compra de créditos de emisiones valorados en 390 millones de euros.
Cifra que según el New York Times, tendrá que aumentar ya que FAW-Volkswagen todavía tiene pendientes emisiones de años anteriores con 243.000 créditos de 2019, y 1.3 millones de 2020. Números a los que habrá que aumentar los de 2021 que como hemos visto, no mejorarán por las pobres cifras de ventas de eléctricos.
Pero no terminan ahí los quebraderos de cabeza para el grupo alemán, ya que también cuenta con una iniciativa conjunta con SAIC, que también es deficitaria en emisiones y que según las estimaciones del diario americano supondrán otros 260 millones de euros en la compra de créditos de emisiones, y que posiblemente tengan como beneficiario de nuevo a Tesla.
Un formato de emisiones que además está endureciendo cada año sus requisitos, lo que hará más difícil lograr alcanzar los objetivos, y una de dos, o fabricar y vender más coches eléctricos, o seguir llenando los bolsillos de las marcas con créditos de emisiones.
Vía | Financial Times | Reuters