Cuando miramos los casos de mayor éxito en la implantación del coche eléctrico, Noruega es el ejemplo más paradigmático por su incomparable tasa de penetración que este año supera el 80% solo contando los eléctricos puros. Algo que tiene mucho que ver con unas políticas de apoyo públicas que se han convertido en un ejemplo de funcionamiento con una gran eficiencia.
Ahora otro estado ha confirmado que seguirá el modelo de Noruega, y eliminará todos los impuestos que gravan a los coches eléctricos. Se trata de Malasia. Un país que cuenta con una población mucho mayor que la del estado nórdico, 32 millones de habitantes, y que se lanzará de lleno a abrazar la movilidad eléctrica.
Durante un discurso en el Parlamento, el ministro de Finanzas de Malasia, Tengku Datuk, dijo que el gobierno ha visto el potencial de los vehículos eléctricos para ayudar a reducir la contaminación y la dependencia energética externa. Para ello ha propuesto que los coches eléctricos estén completamente exentos de impuestos de importación, impuestos especiales y también impuestos sobre la venta (IVA).
Si eso no es suficiente, los vehículos eléctricos también se beneficiarán de una exención del impuesto de circulación de hasta el 100%, mientras que se proporcionará una desgravación del impuesto sobre la renta de hasta 520 euros al cambio, que indican servirá para cubrir los costes de compra e instalación del cargador en casa y el pago de las recargas públicas.
Además, esta propuesta supondrá extender la exención total de impuestos hasta el 31 de diciembre de 2023, mientras que la exención de los aranceles de importación se extenderá hasta finales de 2025.
Un proyecto que permitirá no sólo aumentar la cuota de ventas de eléctricos en este mercado, sino que desde el gobierno esperan que permita también ampliar la industria interna de la producción de vehículos y componentes, gracias al menor coste de la importación de materiales para dar forma a los mismos, y que también contarán con facilidades fiscales.
