La industria automovilística europea se encuentra actualmente preparándose para la mayor transformación a la que se haya enfrentado en toda su historia: de cara al año 2035, la Unión Europea prohibirá la venta de turismos nuevos con motores de combustión interna. A partir de dicha fecha, solo se podrán comercializar coches eléctricos a baterías (BEV) o con pila de combustible de hidrógeno (FCEV).
Algunas marcas se han puesto objetivos todavía más ambiciosos: Jaguar abandonará los motores térmicos en 2025, mientras que Audi y Lancia pasarán a desarrollar exclusivamente vehículos cero emisiones a partir de 2026. Alfa Romeo y Opel seguirán sus pasos en 2027 y 2028. Además, en 2030 las gamas de Bentley, Rolls-Royce y Volvo serán 100% eléctricas.
Por el momento, hay algunos fabricantes que no se han comprometido a cumplir unos objetivos tan concretos. Este es el caso del Grupo Renault, que aunque es todo un pionero en el sector de la electromovilidad, todavía no ha dado una fecha definitiva para su transformación. Sin embargo, los responsables de la marca esperan que para 2030 el 90% de los vehículos que venda en Europa sean eléctricos.
Esta estimación contrasta con la realizada para Dacia, su marca low-cost: durante el evento eWays ElectroPop, celebrado a mediados de año, los responsables de la firma rumana comunicaron que de cara al año 2030 los vehículos eléctricos apenas supondrán el 10% de sus ventas, una proyección muy baja que fue calificada como poco realista por algunos internautas.
El Dacia Spring está arrasando en su debut europeo
Actualmente, la compañía cuenta con un único modelo de este tipo entre sus filas, el pequeño Spring. Aunque este urbanita de estética SUV se presentó a principios de año, sus entregas no comenzaron hasta el pasado mes de septiembre. Su éxito ha sido inmediato: gracias a un precio de partida de 16.905 euros antes de ayudas, ha logrado convertirse en el coche eléctrico más vendido de países como Italia.
Entre marzo y octubre de este año, Dacia ha contabilizado más de 40.000 reservas de su primer eléctrico. Actualmente su demanda se ha estabilizado en unos 5.000 pedidos mensuales, siendo sus principales mercados Alemania, España, Francia, Italia y Rumanía.
En septiembre, Dacia entregó 4.166 unidades del Spring. La marca despachó un total de 36.345 vehículos dicho mes, por lo que el recién llegado logró una participación del 11,5%. También podemos comparar la actual demanda mensual de 5.000 unidades con los registros generales logrados por Dacia en julio, el mes en el que más automóviles vendió: con 44.628 unidades registradas, el Spring se haría con una participación del 11,2%. Si hacemos el mismo cálculo con febrero, que fue el mes de ventas más bajas para Dacia (26.442 unidades), el porcentaje se incrementa al 18,9%.
Aunque esta tendencia tendrá que confirmarse a lo largo de los próximos meses, una cosa está clara: las proyecciones de Dacia para el año 2030 han pecado de ser demasiado conservadoras, pues en su primer mes a la venta el Spring ha logrado superar la cuota del 10% prevista para dentro de diez años, lo que demuestra que existe una gran demanda de coches eléctricos económicos que solo propuestas como el Spring pueden cubrir.
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