Tras su presentación en el CES de Las Vegas, Magna está terminando los parparativos para producir en serie la cadena cinemática Etelligent Reach. Se trata de un sistema compuesto por dos motores eléctricos, inversores, cajas de cambio y software avanzado para su gestión. Sabemos que va a debutar en un modelo nuevo este año y las quinielas apuntan al Fisker Ocean, cuya producción se ha programado para el 17 de noviembre.
Respecto a vehículos de la competencia, Magna asegura que su sistema puede aumentar la autonomía en 145 kilómetros o un 30% con una gestión integral de la energía; la suma de todas las partes es superior a las partes por separado. Por ejemplo, el motor delantero puede desacoplarse por completo mediante un embrague magnético -como si fuese el compresor del aire acondicionado- para evitar pérdidas por arrastre con cargas bajas de acelerador.
Al tener dos motores es un sistema de tracción total. El reparto de fuerza permite mejorar la seguridad activa y el esfuerzo en la dirección a la vez que aprovecha mejor la energía de las baterías. También se mejora la eficiencia con el inversor de Magna con carburo de silicio. Tanto lo del embrague de desconexión como lo del inversor fue mencionado por Henri Fisker en un tuit en verano, lo que refuerza las sospechas.
Magna podría ofrecer el Etelligent Reach a otros fabricantes que se muestren interesados. El hecho de que el coche de desarrollo sea un Jaguar I-Pace sugiere que el crossover eléctrico, que Magna fabrica en Graz (Austria), pueda beneficiarse de estas mejoras mientras dura la congelación de desarrollos de Jaguar. Si es posible aumentar la autonomía en un 30% con el mismo paquete de baterías, resulta que aún hay cierto margen para mejorar la parte de los coches eléctricos que está más madura, la de los motores.
