Dacia Kiger: ¿prepara la marca low-cost un SUV eléctrico más grande que el Spring?
5 min. lectura
Publicado: 01/02/2022 13:52
La semana pasada, la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi presentó su nueva estrategia de electrificación conjunta, que conllevará unas inversiones de 23.000 millones de euros hasta el año 2026. A raíz de estos planes, las tres compañías que integran el grupo franco-japonés estrecharán su colaboración con el objetivo de reducir costes de desarrollo y producción.
Para 2030, la Alianza aspira a lanzar 35 nuevos modelos eléctricos, el 90% de los cuales se asentarán sobre 5 plataformas comunes: KEI-EV (para kei cars japoneses), CMF-AEV (para coches eléctricos low-cost), CMF-BEV (para utilitarios), CMF-EV (para modelos compactos y medianos) y LCV-EV (para vehículos comerciales).
Durante la presentación, se confirmó que la firma de bajo coste Dacia, uno de los pilares del Grupo Renault, empleará dos de dichas arquitecturas en sus futuros coches eléctricos: la CMF-AEV, que ya se utiliza en el Spring, y la CMF-BEV, que se estrenará en el año 2024 con los Renault 5 y Nissan Micra de nueva generación.
Tanto la CMF-AEV como la CMF-BEV derivan de sendas plataformas térmicas. La CMF-A sustenta mayoritariamente a modelos destinados a mercados emergentes como los Renault Kwid (la versión térmica del Dacia Spring), Triber y Kiger; la CMF-B por su parte está orientada a propuestas más grandes (Dacia Sandero y Logan, Nissan Juke, Renault Clio y Captur…).
La plataforma CMF-AEV ya se emplea en el Dacia Spring
Aunque Luca de Meo, director ejecutivo del Grupo Renault, ha confirmado que Dacia abandonará los motores de combustión interna «en el último momento posible», lo más probable es que la nueva normativa Euro 7 (2025) obligue a la firma rumana a electrificarse en mayor o menor medida durante la segunda mitad de la década.
Por el momento, Dacia solo ha presentado su cronograma de lanzamientos hasta 2025, el cual incluye cuatro modelos: el Spring (2021), el Jogger (2022), el Duster de tercera generación (2024) y el Bigster (2025). Aunque los tres últimos emplearán la plataforma CMF-B, aparentemente ninguno de ellos contará con versiones eléctricas.
Probablemente esto se deba a que, mientras que las plataformas CMF-A y CMF-AEV son muy similares (lo que permite hacer versiones eléctricas a partir de modelos térmicos), las CMF-B y CMF-BEV solo comparten el 50% de sus componentes, lo que explicaría que Renault haya decidido crear de cero el 5 en lugar de lanzar un Clio eléctrico.
Por lo tanto, es poco probable que veamos versiones eléctricas de los Sandero, Logan, Jogger, Duster y Bigster. También podemos descartar que Dacia vaya a lanzar su propia versión de los Renault 5/Nissan Micra, pues sus costes ya estarán muy ajustados de por sí (Renault aspira a un precio de partida de 20.000 euros antes de ayudas).
¿Traerá Dacia a Europa el Renault Kiger?
Además, un hipotético Renault 5 «a la Dacia» podría solaparse con el Spring de segunda generación (2026), que seguirá haciendo uso de la plataforma CMF-AEV. Así pues, resulta complicado pronosticar qué tipo de automóvil será el encargado de estrenar dentro de la gama Dacia la plataforma CMF-BEV.
Por otro lado, no podemos perder de vista que Venkatram Mamillapalle, director ejecutivo de Renault en India, confirmó en su momento que la compañía estaba estudiando lanzar sendas versiones eléctricas de los antes mencionados Triber y Kiger, un monovolumen y un SUV de 3,99 metros de largo (en India los coches de menos de 4 metros de longitud están bonificados) basados en la plataforma CMF-A.
Al igual que ocurrió con el Kwid/Spring, cabe la posibilidad de que estos modelos lleguen a Europa con las insignias de Dacia. Si bien el Triber tiene pocas papeletas de venderse en nuestro mercado debido a la decadencia del segmento de los monovolúmenes, el Kiger sí que encajaría dentro de la alineación de Dacia, pues se situaría por encima del Spring y no se pisaría con el Renault 5 gracias a su carrocería SUV y a su plataforma low-cost.
Por último, algunos rumores apuntan a que el próximo Spring podría producirse en Europa (posiblemente en Rumanía) en lugar de en China. Si bien adaptar una factoría a la plataforma CMF-AEV para producir un único modelo podría ser un movimiento poco rentable, fabricar en la misma línea el Kiger eléctrico aseguraría la viabilidad económica de la operación.