Baja el interés en los coches eléctricos en el Reino Unido por los elevados precios

El ritmo de adopción de coches eléctricos no va necesariamente a subir constantemente de aquí a unos años, puede haber momentos de ralentización si se escarba en los datos. En el Reino Unido hubo un fuerte movimiento de búsqueda de coches eléctricos cuando varias gasolineras tenían colas y falta de suministro por falta de camioneros, allá por septiembre de 2021. Ahora mismo eso se ha desvanecido, el fenómeno se va desinflando desde entonces.

Desde la plataforma de anuncios de vehículos Auto Trader, la principal del país británico, llegan algunas señales de preocupación al respecto. No solo está reduciéndose la oferta de vehículos a la venta -nuevos y usados-, también hay menos búsquedas de los mismos. Son los híbridos no enchufables los que se están llevando el protagonismo últimamente.

En un año han aumentado las ventas de coches eléctricos, eso es indiscutible, pero su demanda se está frenando

Teniendo en cuenta que cada mes tienen un tráfico de 65 millones de visitas, los híbridos suponen el 14 a 20% de las búsquedas, frente al 9% de febrero de 2021. Y los eléctricos pasaron de ser el 26% de los coches vistos en septiembre al 16% el mes pasado. El interés por los vehículos gasolina y diésel permanece estable. ¿Y cuál es el problema? Uno de los principales es el precio.

La diferencia de precio entre un térmico y un eléctrico viene a ser el 37%, mientras que los híbridos apenas suben un 6% y se amortizan rápidamente. Más revelador que eso está el perfil de cliente que busca coches eléctricos, fundamentalmente personas de edad avanzada con un elevado poder adquisitivo -por el código postal-, y ese segmento demográfico es limitado. También son importantes los pioneros, jóvenes, urbanos y con dinero.

Por otra parte, la oferta de coches eléctricos sigue siendo menos rica, con menos opciones de modelos o tipos de carrocería. En una búsqueda rápida comprobamos cómo de los 439.063 vehículos dados de alta en la plataforma, de utilitarios a pick-up pasando por compactos, solo hay 8.245 eléctricos. Limitando la búsqueda a un precio de 20.000 libras entonces solo hay 706 unidades a la venta. También hay que contar con problemas de los fabricantes para aportar savia nueva al mercado.

No solo hay diferencias de precio en vehículos nuevos, también en los usados (8.000 libras de media), salvo aquellos modelos con valores residuales muy bajos por tener baterías con años o muchas millas encima, por lo que hay dudas acerca de su utilidad si la autonomía es inferior a la de fábrica -no siendo esta brillante para muchos usuarios-. Eso acaba limitando el perfil del coche eléctrico barato a quien se mueve poco al día, o como segundo/tercer vehículo familiar. Y de viajar, a olvidarse.

Hay discrepancias entre el camino que marcan los gobiernos con sus políticas y el que siguen los consumidores, y no se puede estar ajeno a esa realidad. Los híbridos están capitalizando el interés perdido en los diésel, los eléctricos están perdiendo fuelle y los híbridos enchufables permanecen muy estables en cuanto a anuncios vistos en esta plataforma. Los resultados se pueden ver gráficamente en su web Road to 2030.

«Tarde o temprano se acabarán las personas suficientemente solventes como para comprar coches eléctricos, y los datos más recientes de nuestra plataforma pueden ser un indicador de lo que se avecina. Es el momento del canario en la mina y el Gobierno tiene que tomar nota si quiere mantener el ritmo de adopción hacia el año 2030.»

Erin Baker, Director Editorial de Auto Trader

En otras palabras, no estamos discutiendo el gran ahorro que proporcionan los coches eléctricos a largo plazo al recargarlos y al mantenerlos, pero mirando los datos fríamente se puede observar ralentización en el interés del consumidor. No obstante, aquí hay que añadir otro asterisco, los datos hasta febrero no son representativos del mes de marzo, con la energía disparada de precio, lo cual permite a algunos rehacer sus particulares matemáticas.

El aviso para navegantes es principalmente para los políticos. Si quieren aumentar el ritmo de adopción de coches eléctricos entre la gente común habrá que facilitar las cosas con políticas de subvenciones predecibles y sostenidas en el tiempo, rebajas de impuestos, apoyo al despliegue de puntos de recarga para los que no tienen plaza de garaje, que cualquier ruta de importancia media y alta disponga de puntos de recarga rápidos, etc. Así se ha hecho en Noruega.