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Daihatsu ve una amenaza en los coches eléctricos chinos de bajo precio

Durante mucho tiempo los fabricantes japoneses han tenido el «monopolio» de los utilitarios esenciales surgidos de la regulación japonesa de coches pequeños, los famosos kei cars. Ahora tienen una mosca detrás de la oreja, fabricantes chinos como Wuling, que están sacando coches eléctricos muy económicos y que pueden hacer daño a marcas japonesas en su propio mercado.

El presidente de Daihatsu, Soichiro Okudaira, los ha descrito a Nikkei Asia como «una amenaza» por sus bajos precios, aunque eso suponga a veces limitaciones para el producto. Por ejemplo, hizo mención a que los motores y baterías refrigerados por aire reducen los costes, pero no permiten conducción a «alta velocidad» durante largas distancias. Por eso Daihatsu está haciendo un regreso a los orígenes y replantearse ciertas cosas.

Daihatsu, parte de Toyota, está colaborando con Suzuki e Isuzu para una nueva generación de kei cars. Se baraja incluso la compra de baterías a fabricantes chinos para mantener los costes bajos. Mientras tanto, a más corto plazo, están planteándose electrificar el Mira e:S (en portada) y el comercial Hijet, manteniendo la autonomía limitada para que el precio esté parejo al de versiones de gasolina.

Otra vía es de la de tirar de hibridación. El Daihatsu Rocky -derivado del Toyota Raize- se comercializa con versión híbrida, y si bien no es un kei car, el presidente de Daihatsu cree que es más fácil llegar al consumidor con una gama variada que apostándolo todo a una sola carta. Recordemos que los kei car eléctricos son una rareza en Japón una vez que el Mitsubishi i MiEV dejó de comercializarse tras 11 años en el mercado. Toyota se ha reincorporado al segmento recientemente con el biplaza C+pod.

Daihatsu tendrá en 2025 un coche eléctrico del segmento kei car en torno al millón de yenes -unos 7.740 euros al cambio-, cifras parecidas a las que se piden por los kei car de gasolina en la actualidad. Y salvo que se ponga al mercado europeo en mente y a cumplir con sus requisitos -sinceramente, no lo veo- difícilmente lo veremos por aquí.

En definitiva, la industria del automóvil tiene que refundarse por el cambio de paradigma que suponen los coches eléctricos, los cuales han roto el statu quo en el que solo eran fabricantes un puñado de empresas siguiendo en algunos sentidos lógicas del Siglo XX. Es la única forma de sobrevivir a largo plazo. Japón seguirá necesitanto kei cars, tienen calles muy estrechas y problemas de aparcamiento, y acabarán siendo eléctricos sí o sí.

Fuente | Nikkei Asia

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