Los fabricantes japoneses se encuentran entre los menos preparados para el salto a la electrificación, debido a múltiples razones. A largo plazo Honda tiene una estrategia para electrificar su gama, pero a corto plazo la verdad es que tiene poco. Por no tener, no tiene ni un solo eléctrico a la venta en Estados Unidos, que es el segundo mercado más importante del mundo.
Le pondrán solución en 2024 y se llamará Honda Prologue EV, un modelo basado en la arquitectura Ultium de su socio estratégico, General Motors, de aspecto claramente SUV con aptitudes camperas, aunque con un particular énfasis en la aerodinámica. Este modelo no lo veremos por Europa, donde la gama está ya diversificada entre híbridos, híbridos enchufables y algún eléctrico. No es un modelo al gusto europeo.
Su diseño está firmado por el Honda Design Studio de Los Ángeles, siendo la realidad virtual una de las tecnologías empleadas en su desarrollo. Los diseñadores de Japón le dieron algunos retoques. No tenemos ningún dato sobre él, y el boceto de diseño está todavía lejos de ser como un modelo de producción en serie.
Siguiendo con Norteamérica, en 2026 se empezarán a fabricar y vender nuevos modelos basados en la e:Architecture de Honda, y ya para 2027 llegarán nuevos modelos «asequibles» también desarrollados junto a General Motors, pero no con la arquitectura Ultium, sino otro desarrollo conjunto para modelos de menor tamaño. Con todo esto, se espera alcanzar un volumen anual de 500.000 unidades en 2030 en Estados Unidos y Canadá.
Seguirá siendo un volumen modesto, pero no cero. También se ha anunciado una actualización de sus distribuidores y concesionarios, donde la movilidad eléctrica tendrá un espacio diferenciado y la clientela podrá conocer las distintas soluciones de carga. Honda se adaptó al mercado norteamericano en su día, y tendrá que volver a hacerlo con los nuevos tiempos. Se tendrán en cuenta las particularidades de cada concesionario y cómo son los gustos de su zona.
A nivel global, los objetivos de Honda pasan por producir 2 millones de coches eléctricos y de pila de combustible de hidrógeno en 2030, con una gama de 30 modelos, lo cual requiere una inversión de 40.000 millones de dólares. Esa cifra se acercará a la mitad de su volumen anual, y en 2040 sería ya un fabricante totalmente eléctrico. A más largo plazo, 2050, Honda será poco reconocible respecto a lo que tiene el cliente actual de esta marca, pues tendrá sus actividades más diversificadas.
