Tras una época de esplendor en los años 50 y 60 del siglo pasado en la que Cadillac brilló con luz propia como fabricante de automóviles de lujo, la marca estadounidense comenzó a entrar en un lento pero inexorable declive que la llevó a verse superada con el tiempo por las marcas premium de origen europeo y japonés incluso en su propio mercado natal.
General Motors quiere cambiar esto y devolver a Cadillac al lugar que le corresponde dentro de la industria, convirtiéndola en su punta de lanza tecnológica contra Tesla. Por este motivo, a partir del año 2030 su gama pasará a estar formada exclusivamente por coches eléctricos. Su primer modelo de este tipo, el SUV Lyriq, ya ha agotado toda su producción para el año que viene.
Sin embargo, el verdadero golpe sobre la mesa será el Celestiq, una berlina de representación (segmento F) cuyo lanzamiento está previsto para el año que viene. Este suntuoso modelo, rival de las versiones más lujosas de los BMW i7 y Mercedes-Benz EQS, se convertirá en el nuevo buque insignia de la histórica firma norteamericana.
El Cadillac Celestiq se fabricará a mano en el Centro Técnico Global de General Motors en Warren (Michigan), lo que conllevará una inversión de más de 81 millones de dólares para preparar el campus. Se espera que se convierta en el vehículo de General Motors con mayor número de componentes impresos en 3D hasta la fecha.
Las tarifas del Cadillac Celestiq arrancarán en unos 200.000 dólares
La compañía acaba de lanzar un nuevo lote de imágenes interiores a modo de adelanto del vehículo, que se presentará a finales del mes de julio. De acuerdo con los responsables de su desarrollo, el Cadillac Celestiq «establece nuevos estándares para la artesanía y la tecnología excepcionales, con detalles meticulosos superpuestos en un diseño limpio de vanguardia».
Inserciones metálicas en los reposacabezas, tapicería de cuero perforado en color rojo, una consola central flotante de diseño futurista… Todo nos retrotrae a la era dorada de Cadillac, cuando los Eldorado de extravagante diseño aeronáutico eran el último grito dentro de la boyante industria automovilística estadounidense.
Se espera que las tarifas del Cadillac Celestiq arranquen en unos 200.000 dólares, entrando a competir contra las propuestas más exclusivas del sector. Este precio se justificará por su bajo volumen de producción, su lujoso habitáculo y su importante carga tecnológica (será el encargado de estrenar el sofisticado sistema de conducción autónoma «manos libres» Ultra Cruise).
