Los fabricantes de bajo volumen podrán seguir vendiendo coches térmicos en Europa tras la prohibición de 2035
3 min. lectura
Publicado: 15/06/2022 17:25
La semana pasada, el Parlamento Europeo votó a favor de prohibir la venta de automóviles nuevos con motor de combustión interna a partir del año 2035. En la práctica, esto supondrá el final de los propulsores gasolina y diésel, así como de los modelos híbridos e híbridos enchufables, que durante años se han presentado como una solución intermedia entre los vehículos térmicos y los eléctricos. Alternativas defendidas por algunos fabricantes como los combustibles sintéticos tampoco tendrán viabilidad, algo que no ha sido visto con buenos ojos por algunas asociaciones defensoras de la «neutralidad tecnológica».
Sin embargo, durante la sesión, que tuvo lugar el día 8 de junio, también se votó a favor de una enmienda que permitirá a los fabricantes con menor volumen de ventas seguir comercializando coches térmicos. Esta exención beneficiará principalmente a las marcas de lujo y a las pequeñas firmas artesanales.
Conocida como «enmienda Ferrari» por el apoyo recibido por numerosos diputados italianos, la enmienda número 121 permitirá a las marcas que vendan anualmente entre 1.000 y 10.000 automóviles (o entre 1.000 y 22.000 vehículos comerciales ligeros) solicitar hasta el 31 de diciembre de 2035 una exención, si bien no está demasiado clara la duración de la misma.
Curiosamente, Ferrari quedaría fuera debido a que vende más de 10.000 vehículos al año; además, a corto plazo lanzará el Purosangue, un SUV que debería incrementar su volumen de pedidos notablemente. Por lo tanto, en un principio se beneficiarán fabricantes históricos como Aston Martin, Lamborghini o McLaren, tres marcas conocidas por sus prestacionales superdeportivos.
Las firmas artesanales no se verán afectadas por la nueva normativa
Como ya se esperaba de antemano, los fabricantes que vendan menos de 1.000 vehículos al año no se verán afectados por las nuevas regulaciones. Por lo tanto, Ariel, Bugatti, Caterham, Morgan, Pagani o Koenigsegg seguirán pudiendo vender automóviles con motor de combustión interna una vez entre en vigor la nueva normativa en 2035.
Aunque esta enmienda no ha tardado en recibir críticas, pues algunos consideran ciertamente hipócrita que se permita a aquellos que puedan permitirse un costoso coche de lujo seguir contaminando, lo cierto es que el objetivo perseguido es el de proteger a los pequeños fabricantes, cuyo impacto en las emisiones globales de la flota europea es mínimo tanto por volumen (el año pasado se vendieron 9,7 millones de automóviles en la región) como por uso, pues sus vehículos apenas se utilizan en el día a día.