La difícil relación de Toyota con los coches eléctricos ha quedado expuesta una vez más al hacerse públicas las presiones realizadas al mismísimo gobierno japonés para que siga apoyando a los coches híbridos.
En una exclusiva de Reuters, se ha conocido que durante una reunión el pasado 3 de junio se instó a un cambio en la hoja de ruta anual de política económica a expensas de una conversación mantenida entre uno de los legisladores y el presidente de Toyota. Si antes de esta modificación, el documento mencionaba que el objetivo de Japón para 2035 era que todas las ventas de automóviles nuevos sean «vehículos de propulsión eléctrica», ahora se refieren a ellos como «los llamados vehículos eléctricos» y se cita específicamente en el texto principal que dichos vehículos incluyen híbridos.
Akira Amari, exministro de industria y miembro veterano del Partido Liberal Democrático (PLD), solicitó el cambio diciendo que había hablado con Akio Toyoda un día antes, según las notas y los audios revisados por Reuters.
Así funciona el lobby japonés de fabricantes de automóviles
Toyoda es presidente del lobby de la Asociación Japonesa de Fabricantes de Automóviles (JAMA) y presidente de Toyota. “Ayer hablé con el presidente Toyoda y dijo que JAMA no puede respaldar a un gobierno que rechaza los híbridos”, dijo Amari. Añadió, “si no decimos que los híbridos están incluidos en la categoría de vehículos eléctricos, eso no se verá bien”, y agregó que la referencia a los vehículos eléctricos debería cambiarse a “los llamados vehículos eléctricos”.
Amari confirmó a Reuters que pidió la inclusión de los «supuestos» para dejar en claro que los vehículos eléctricos no se limitaban a los vehículos eléctricos de batería e incluían híbridos. Dijo que no pidió ningún otro cambio.
El propio Amari confirmó que había hablado con Toyoda: «Lo que el Sr. Toyoda está tratando de decir es que los híbridos que funcionan con combustibles sintéticos son buenos para el medio ambiente porque son extremadamente eficientes en combustible. Dijo que estaría extremadamente insatisfecho si se rechazaran los híbridos. Eso es lo que me dijo. Me preguntó si el PLD estaba rechazando los híbridos y le dije que no estábamos haciendo tal cosa».
La apuesta en contra del mayor fabricante mundial
Este año está siendo especialmente convulso para Toyota al respecto de sus planes de electrificación, que se ven lastrados por el éxito de ventas de sus coches híbridos, los gustos del mercado japonés, el dominio de una mecánica de combustión a la que no quieren renunciar y la poca confianza en el despegue del mercado de los coches puramente eléctricos.
Hasta ahora las críticas han sido de grupos externos como los ambientalistas, que demandan el uso de las nuevas tecnologías para realizar una transición inmediata, o de expertos sobre clima y energía como InfluenceMap. Desde su plataforma denuncian la hipocresía de Toyota en lanzar mensajes públicos positivos sobre el cambio climático, mientras se opone constantemente a los esfuerzos regulatorios para aumentar el rigor en los estándares de emisiones y política de combustibles para vehículos en varias regiones del mundo.
Sin embargo, la tibia postura hacia los coches eléctricos de Toyota está empezando a ser cuestionada desde dentro. Sus propios inversores, incluidos los importantes fondos de pensiones AkademikerPension danés (20.000 millones de dólares en activos), el fondo de pensiones sueco AP7 (120.000 millones de dólares) y la Iglesia de Inglaterra (tiene 300 millones de dólares en acciones del fabricante), afean al fabricante su postura lobista contra la adopción total de coches eléctricos como forma de recortar las emisiones de carbono. En el caso concreto de AkademiKerPension de Dinamarca, vendió la mayor parte de su participación en Toyota durante el último año.
Por su parte, Toyota, en la reciente junta anual de accionistas, defendió su papel en la reducción de emisiones de carbono, y destacó los beneficios del desarrollo de diversas tecnologías como la híbrida, los biocombustibles y las pilas de combustible para ofrecer diversas opciones al cliente y no limitar su propuesta únicamente a los eléctricos puros.
El año pasado, la compañía destinó una inversión de 60 mil millones de dólares para el programa de electrificación de su gama de vehículos. La mitad del presupuesto será destinado al desarrollo de eléctricos puros. El mes pasado el fabricante puso en el mercado japonés su primer vehículo eléctrico, el Toyota bZ4X aunque solo mediante leasing. A pesar de algunos problemas en su lanzamiento, estaremos pendientes de la respuesta del público para saber si es un éxito o no, y cómo puede definir la futura actitud de la marca hacia los coches eléctricos.
Fuente Reuters