Recientemente, Ferrari dio a conocer de forma oficial sus planes de electrificación a corto plazo: para 2026, el 60% de la gama de la firma de Maranello estará integrada por automóviles electrificados; es decir, híbridos o eléctricos. De cara al año 2030, Ferrari aspira a lograr la neutralidad de carbono, si bien los modelos térmicos continuarán suponiendo el 20% de sus ventas.
Aunque a día de hoy Ferrari ya comercializa algunos híbridos enchufables (296 GTB y SF90 Stradale), hasta 2025 no lanzará su primer eléctrico puro. Definido por la propia marca como «un verdadero Ferrari», este modelo tendrá «una elevada potencia, un peso reducido y un sonido emocionante», ingredientes indispensables en un vehículo de este tipo.
«Ferrari continuará impulsando la evolución de los motores de combustión interna y, con el apoyo de sus socios, desarrollará soluciones en eficiencia energética y combustibles alternativos para aprovechar una parte esencial del legado de la compañía. La hibridación es la tecnología adecuada para aumentar el rendimiento puro«.
De acuerdo con un informe que cita fuentes internas del fabricante transalpino, Ferrari actualmente se encuentra investigando tecnologías como la pila de combustible de hidrógeno y las baterías de electrolito sólido. Por otro lado, también estaría trabajando en el desarrollo de combustibles sintéticos, siguiendo los pasos de rivales como Porsche.
Ferrari lanzará su primer coche eléctrico en 2025
Las baterías de electrolito sólido, gracias a su mayor densidad energética y tiempos de carga reducidos, deberían permitir a Ferrari ofrecer coches eléctricos con un rendimiento superior. La pila de combustible por su parte posibilita lograr amplias autonomías, así como unos repostajes similares a los de un vehículo de combustión.
Por último, los combustibles sintéticos o e-fuels creados a partir de hidrógeno y dióxido de carbono recapturado son una alternativa para lograr que los clásicos motores térmicos sean climáticamente neutros, si bien no solucionan los problemas de emisión de partículas y otros gases contaminantes en las ciudades.
En cualquier caso, Ferrari no se cierra a nada y cubrirá todas las tecnologías posibles durante su proceso de transformación en un fabricante climáticamente neutro. Además, esto no se logrará a expensas de la rentabilidad, pues para 2026, la marca italiana quiere alcanzar unos ingresos netos de 6.700 millones de euros, lo que supondrá un crecimiento del 9%.
Fuente | ecomento
