En el año 2024, Mercedes-Benz lanzará al mercado el EQG, un todoterreno 100% eléctrico derivado del Clase G. Este modelo será uno de los primeros vehículos de su tipo, constituyéndose como rival de las futuras versiones eléctricas de los Ford Bronco y Jeep Wrangler, de los que se diferenciará por tener un planteamiento mucho más lujoso.
El Mercedes-Benz EQG equipará cuatro motores eléctricos, cada uno de ellos asociado a una caja de dos relaciones (la cual emulará el funcionamiento de una reductora). Además, el software de control desarrollado por la marca permitirá que su avanzado sistema de tracción total tenga un funcionamiento similar al 4MATIC con triple bloqueo de diferencial del modelo térmico.
El chasis de largueros y travesaños por su parte será modificado para soportar el peso extra de las baterías. El coche contará con dos packs: uno «estándar» disponible desde 2024, y otro más capaz previsto para 2025 que permitirá al EQG mejorar notablemente su autonomía gracias al empleo de unas celdas con una nueva química.
Así, esta versión incorporará unas baterías de Sila Nanotechnologies con ánodo de silicio dominante, las cuales ofrecerán una densidad energética entre un 20 y un 40% superior, rondando los 800 Wh/l. Esta tecnología debutó recientemente en el prototipo Vision EQXX, si bien el primer modelo de producción en incorporarla será el EQG.
El Mercedes-Benz EQG será un coche eléctrico muy pesado
Las baterías del Mercedes-Benz Vision EQXX tienen algo menos de 100 kWh de capacidad. Respecto a las de 107,8 kWh vistas en los EQS y EQS SUV, las del prototipo tienen un volumen un 50% inferior y resultan un 30% más ligeras. Por lo tanto, esta solución debería permitir no lastrar demasiado al EQG, que ya será de por sí un modelo muy pesado.
No debemos olvidar que la voluminosa carrocería del EQG será cualquier cosa menos aerodinámica, mientras que su tren de propulsión de cuatro motores no se caracterizará precisamente por su bajo consumo. Por lo tanto, el empleo de una batería de gran capacidad será indispensable para conseguir una autonomía competitiva.
«Ofrecer una densidad energética tan alta es un verdadero cambio de juego y nos permite pensar en direcciones completamente nuevas al desarrollar futuros coches eléctricos», explicó en su momento el director de tecnología de Mercedes-Benz, Markus Schaefer, en relación a la adopción de esta nueva química, que llegará más adelante a otros modelos de la firma de la estrella.
Fuente | Autocar