Aunque la idea de mezclar hidrógeno con gas natural en la red de calefacción no se ha aplicado comercialmente, no las tiene todas consigo antes de empezar. Anteriormente vimos un argumento poderoso en contra, de parte de investigadores y científicos: es como tirar el dinero a la basura, y puede ser peligroso para la salud. A la lista añadiremos otro: tendrá un impacto limitado y temporal.
El Departamento de Negocios, Empresas y Estrategia Industrial (BEIS) del Reino Unido hizo esta aclaración en un documento de 100 páginas acerca del transporte y almacenamiento de hidrógeno, y el argumento es sólido. Debido a la progresiva descarbonización, las canalizaciones de gas natural se van a ir retirando del servicio en el camino hacia las cero emisiones.
Es más, especificaron que «la mezcla solo puede ser una opción de transición», teniendo en cuenta que se demuestre la viabilidad a nivel económico y estratégico. En cualquier caso, sería una solución temporal: «es posible que solo tenga un papel limitado y temporal en la descarbonización del gas a medida que nos alejamos del uso del gas natural».
En 2020 se lanzó el Plan de Diez Puntos para una Revolución Industrial Verde del Reino Unido, en el que se incluye el apoyo a la industria del gas natural para hacer pruebas con mezcla de hasta el 20% de contenido con hidrógeno. Ya se han hecho algunas pruebas a pequeña escala, si bien la fase comercial no está precisamente cerca: año 2025.
La investigación llevada a cabo por el Instituto Fraunhofer para Gestión y Tecnología de Sistemas de Energía reveló que una mezcla de hidrógeno al 20% tendría como impacto un incremento en los costes del 43% a cambio de una reducción de gases de efecto invernadero de apenas el 7%. Si no interesa al usuario final por ser caro, la fase comercial se anticipa de éxito complicado.
El BEIS cree que la inyección de hidrógeno será más interesante para usos industriales, ante el exceso de producción del gas renovable, pero no para los particulares y mucho menos con cantidades requeridas previamente. En otras palabras, el BEIS ve el hidrógeno mezclado con gas natural como una forma de librarse de los excedentes, no como un medio para reemplazar al gas adrede.
Fuente | Hydrogen transport and storage infrastructure – UK BEIS