Hopium Machina Vision, un coche de hidrógeno con 1.000 kilómetros de autonomía

El prototipo Hopium Machina Vision ha debutado durante el Salón del Automóvil de París. Esta berlina con pila de combustible de hidrógeno sirve como preludio a la llegada de un modelo de producción previsto para el año 2025. El fabricante francés, fundado por el expiloto Olivier Lombard, ya ha abierto el libro de reservas.

El depósito requerido es de 656 euros, un guiño a la longitud de onda atómica del hidrógeno. La producción tendrá lugar en una nueva planta que se construirá en Vernon (Francia), la cual tendrá una capacidad anual estimada de 20.000 unidades.

Aunque no se han revelado demasiados datos técnicos del sistema de pila de combustible del Hopium Machina, se sabe que los tanques de hidrógeno se situarán en el túnel central. La compañía estima que el lujoso sedán tardará apenas 3 minutos en repostar la cantidad de combustible necesaria para recorrer un total de 1.000 km. Su tren propulsor eléctrico tendrá 500 CV (368 kW) de potencia y le permitirá completar el 0-100 km/h en menos de cinco segundos. Su velocidad punta será de 320 km/h.

Diseñado por Felix Godard, que anteriormente había trabajado para Porsche y Tesla, el Hopium Machina Vision es una berlina de diseño deportivo con varias reminiscencias a los Taycan y Model S en sus líneas. Sus grupos ópticos, tanto delanteros como traseros, siguen un mismo diseño en forma de P, muy característico.

El Hopium Machina será rival del Toyota Mirai

En el interior nos encontramos con una distribución de cuatro plazas muy típica en los modelos de alto standing. El elemento más destacado es la pantalla panorámica que preside el salpicadero, la cual se extiende a lo ancho de todo el tablero. La consola háptica «ofrece una nueva conexión sensorial con la interfaz», y no falta un techo panorámico.

El principal rival (y prácticamente el único, dada su configuración mecánica) del Hopium Machina será el Toyota Mirai, la otra gran berlina de hidrógeno actualmente a la venta. Sin embargo, el modelo francés costará prácticamente el doble que el japonés, pues la empresa estima que el vehículo partirá de unos 120.000 euros… y no descarta que dicha cifra aumente antes de su llegada a producción.

¿Llegará a buen puerto este proyecto? Lo cierto es que, a pesar de lo atractivo de su propuesta sobre el papel, la pila de combustible todavía debe sortear numerosos obstáculos (coste, infraestructura escasa y cara, baja eficiencia energética en relación a la electrificación directa…) para convertirse en una alternativa sólida frente a las baterías.