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¿Por qué Portugal ha visto congelada la apertura de nuevos Supercargadores de Tesla?

Sin duda el disponer de una red de Supercargadores es uno de los principales motivos para comprarte un Tesla. No depender de apps ni de terceras compañías, y simplemente enchufando y listo, es un aliciente muy grande. Pero la fulgurante expansión de Tesla se ha topado con un caso digno de estudio en Portugal, donde desde 2020 no se han abierto nuevas estaciones.

Y es que mientras a este lado de la frontera Tesla ya contabiliza con 50 estaciones en funcionamiento, con 20 incluso abiertas a otras marcas, Portugal languidece con solo 8 estaciones en funcionamiento. Algo que resulta todavía más frustrante si sabemos que realmente hay 10 estaciones construidas.

La pregunta es por qué. Según explican desde la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos, en caso de que las estaciones estén en un emplazamiento privado de acceso público, como el parking de un centro comercial, el cargador debe estar gestionado por un Operador de Estación de Carga (OPC). Una figura que Tesla no ha realizado y que le impide abrir nuevas estaciones en los lugares seleccionados.

Otra alternativa es cambiar a CEME (Comercializador de Eletricidade para a Mobilidade Elétrica) y, para eso, tiene que ser OPC. En caso contrario, a Tesla siempre le quedará la opción de llegar a un acuerdo con un CEME ya existente. Acuerdo que por supuesto, no se ha producido.

Por su parte, un cliente de Tesla y activista para hacer público este problema, Richard Santos, nos ha indicado que: «El modelo portugués requiere que Tesla desarrolle e implemente inmediatamente en Portugal un protocolo de comunicación entre sus cargadores y una entidad central (MOBI.e). El modelo portugués anticipa lo que pronto será obligatorio bajo la ley de la Unión Europea (AFIR), pero hasta ahora parece que Tesla no se ha mostrado abierta (¿disponible?) para destinar los recursos necesarios a esta tarea. El modelo portugués es diferente y tiene algunas especificidades que requieren un trabajo adicional para permitir su cumplimiento. Dado que Tesla no cumple con estos requisitos, no se otorgan licencias para abrir estaciones. Los cargadores públicos deben ser accesibles para todos y deben tener lectores de tarjetas

Las dos estaciones terminadas y listas para funcionar de Tesla en Portugal

En estos momentos Tesla negocia con la administración y el operador público MOBI.E (que actúa como Ente Gestor de la Red de Movilidad Eléctrica, EGME) para poder regularizar las estaciones que ya estaban en funcionamiento, y luego poder abrir las nuevas.

Mientras que Tesla y la administración terminan de llegar a un acuerdo, que supone básicamente que Tesla cumpla con la legislación portuguesa, tanto la estación de Matosinhos en el norte en la costa y en Castelo Branco, están listas para abrir. Por su parte, la expansión de la estación de Alcacer do Sal, cerca de Lisboa, está también terminada pero a la espera de recibir permisos para comenzar a funcionar.

¿De quién es la culpa?

En este caso está claro que la legislación es la que manda, y el operador debe cumplir con la misma para jugar en las mismas condiciones que sus rivales. Y por alguna razón Tesla lleva unos años sin querer adaptarse a las normas de Portugal.

Pero al mismo tiempo resulta cuando menos paradójico que la normativa sea una barrera para la apertura de unas estaciones que no tienen problema al otro lado de la frontera y en las mismas condiciones. Algo que nos puede indicar que la administración también podría tener algo de culpa al diseñar una normativa algo compleja que no favorece una infraestructura fundamental.

Hemos enviado un correo a Tesla para saber su punto de vista de la situación, y de momento no hemos recibido respuesta.

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