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Alemania y Francia, en guerra por la prohibición de vender coches térmicos en la UE a partir de 2035

Alemania y Francia, las dos principales potencias económicas de la Unión Europea, están enfrentándose debido al objetivo comunitario de prohibir la venta de automóviles nuevos con motor de combustión interna a partir de 2035. El ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, ha calificado la postura del gobierno francés contra los coches térmicos como «lamentable».

Respaldada por Italia y algunos países del Este (República Checa, Polonia, Rumania, Hungría y Eslovaquia), Alemania ha paralizado la aprobación de la nueva norma hasta que la Comisión Europea presente una propuesta vinculante en la que se excluya a aquellos vehículos que funcionen con combustibles sintéticos.

Bruno Le Maire, ministro de Economía francés, ha sido muy tajante a la hora de analizar la situación. «No se puede decir que hay una emergencia climática, que nuestras ciudades están demasiado contaminadas […] y retrasar el paso al vehículo eléctrico. No se puede retrasar ese objetivo».

Según Lindner, Francia no está teniendo en cuenta que los coches eléctricos a baterías son más caros que los térmicos, lo que hará que esta forma de movilidad resulte menos asequible. El ministro señala que Le Maire «sabe muy bien que la movilidad en automóvil podría volverse cada vez más costosa para muchas personas trabajadoras. Debemos tomarnos estas preocupaciones en serio».

Unión Europea

Los combustibles sintéticos son todavía más costosos que la electrificación directa

La defensa de Lindner a los combustibles sintéticos resulta especialmente llamativa si tenemos en cuenta que esta tecnología es muchísimo más costosa que la electrificación directa, lo que echa por tierra los argumentos económicos esgrimidos por Alemania.

No son pocos los expertos que señalan que los e-fuels solo serán viables para vehículos de alta gama y coches clásicos debido al enorme gasto energético que supone su producción a partir de hidrógeno y dióxido de carbono recapturado. A su elevado precio habría que sumar además el hecho de que no solucionan el problema de las emisiones de NOx y partículas en los núcleos urbanos.

Le Maire cree que Europa se encuentra entre cinco y diez años por detrás de China en el desarrollo de vehículos eléctricos, por lo que se debe evitar enviar mensajes inconsistentes a la industria local. «Decir que nos electrificaremos pero que también nos quedaremos un poco con la combustión interna es económicamente incoherente y peligroso para la industria. No es de nuestro interés, no es de interés para los fabricantes de automóviles y no es de interés para el planeta».

Fuente | Automotive News Europe

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