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El grave problema del coche eléctrico que no te están contando y que está encareciendo los seguros

La complejidad de los sistemas de baterías, unida a la escasa cooperación de los fabricantes de automóviles, está generando que las aseguradoras se vean obligadas a declarar siniestros muchos automóviles eléctricos que sufren daños leves.

Tendemos a pensar que el coste de adquirir un vehículo es, básicamente, lo que este cuesta. Sin embargo, existen muchos más costes asociados al mismo que deben ser muy tenidos en cuenta porque, sea el coche que sea, necesita un mantenimiento.

Dentro de ese paquete de ‘gastos extra’ está incluido el seguro, cuyo coste varía enormemente en función del tipo de vehículo y modelo a asegurar, más allá de si la cobertura es a terceros o a todo riesgo.

Pues bien, parece que tener un coche eléctrico en propiedad puede llegar a ser un problema en un futuro cercano si la tendencia que Reuters ha detectado se mantiene en el tiempo.

Baterías imposibles de reparar

El problema en cuestión es que, de un tiempo a esta parte, se han empezado a acumular numerosos packs de baterías en buen estado que resultan imposibles de reparar. Y no porque las compañías aseguradoras tengan preferencia por huir de los problemas y declaren más siniestros de los que deberían.

No, en este caso el problema lo plantean los propios fabricantes de automóviles, que en la práctica imposibilitan la reparación de las baterías tras accidentes, incluso si estos son leves.

Reparar las baterías de los coches eléctricos se ha convertido en una quimera para las aseguradoras.

«Estamos comprando coches eléctricos (EV) por razones de sostenibilidad«, dice Matthew Avery, director de investigación de la empresa de inteligencia de riesgos automotrices Thatcham Research. «Pero un EV no es muy sostenible si tienes que tirar la batería después de una colisión menor».

Esto, además de afectar negativamente a la tan necesaria economía circular, plantea un problema serio al propietario. Y es que, no en vano los paquetes de baterías pueden costar decenas de miles de euros y representar hasta el 50 % del precio de un EV, lo que a menudo hace que no sea económico reemplazarlos.

¿Por qué no pueden repararse las baterías?

El problema reside en dos aspectos principales: los fabricantes fabrican los coches de modo que resulta muy complicado acceder a las baterías y, además, se niegan a compartir los datos de diagnóstico que permitan a las empresas de reparación hacer su trabajo.

Aunque fabricantes como Ford y General Motors ya han asegurado que están fabricando paquetes de baterías mucho más accesibles y fáciles de reparar, otros como Tesla están recorriendo el camino opuesto.

De hecho, el Tesla Model Y fabricado en Texas incorpora ya baterías estructurales con «cero capacidad de reparación», señala Sandy Munro, director de la empresa asesora para fabricantes de automóviles Munro & Associates.

Según los datos recabados por Reuters, son muchos los fabricantes de automóviles que ven como sus modelos quedan sin reparación por este motivo, tanto en Europa como Estados Unidos.

Seguros más caros para coches eléctricos

Los seguros destinados a cubrir vehículos eléctricos son por lo general más caros, pero esta situación está haciendo que las primas se revisen aún más al alza.

El propio Elon Musk se quejó de que los seguros eran demasiado caros, pero no llegó a decir que algunos de sus métodos sean los causantes. Eso sí, Tesla ofrece ya seguros propios a precios inferiores a la media del mercado.

Según la agencia Policygenius, el pago promedio mensual de seguro de vehículos eléctricos en Estados Unidos en 2023 es de 206 dólares, un 27 % más que para un modelo con motor de combustión.

Según Bankrate, un editor en línea de contenido financiero, las aseguradoras de Estados Unidos saben que «incluso si un accidente menor daña el paquete de baterías… el coste de reemplazar este componente clave puede exceder los 15.000 euros».

De hecho, una batería de reemplazo para un Tesla Model 3, que se vende en alrededor de 43.000 dólares, puede costar hasta 20.000 dólares.

Andy Keane, gerente de productos de AXA en el Reino Unido, dice que las costosas baterías de reemplazo «a veces pueden hacer que reemplazar una batería sea inviable». Y es que, si una compañía de seguros no puede acceder a los datos de las baterías, «no va a correr ese riesgo porque luego se enfrentará a una demanda si algo sucede con ese vehículo», admite.

¿Movilidad sostenible? Depende

Otro problema derivado de la imposibilidad de reparar las baterías existentes es el que afecta a la sostenibilidad inherente a la movilidad eléctrica.

Además de resultar imposible poner en marcha la tan necesaria economía circular, desechar un vehículo eléctrico en una fase temprana de su vida útil hace que su menor impacto medioambiental con respecto a un vehículo de combustión desaparezca.

«Si tiras el vehículo en una etapa temprana, has perdido casi toda la ventaja en términos de emisiones de dióxido de carbono», recuerda Christoph Lauterwasser, director gerente del Centro de Tecnología Allianz.

En muchos casos, accidentes que no afectan seriamente a las baterías terminan con los coches en los desguaces.

En Synetiq, la empresa del sector más grande del Reino Unido, el jefe de operaciones Michael Hill dice que en los últimos 12 meses la cantidad de vehículos eléctricos presentes en la bahía de aislamiento de Doncaster, donde deben revisarse para evitar el riesgo de incendio, se ha disparado de quizás un docena cada tres días hasta 20 por día. «Hemos visto un cambio realmente grande y es en todos los fabricantes».

Las regulaciones de baterías de la Unión Europea recientemente adoptadas no abordan específicamente las reparaciones de baterías, pero pidieron a la Comisión Europea que fomente los estándares para «facilitar el mantenimiento, la reparación y la reutilización», ha señalado una fuente de la Comisión.

Las aseguradoras afirman saber cómo solucionar el problema: que los fabricantes elaboren baterías en secciones más pequeñas o módulos, que son más fáciles de reparar, y que abran los datos de diagnóstico a terceros para determinar el estado de las celdas de la batería.

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