Vía verde de la Comisión Europea para el plan de ayudas en España de cara a la producción de baterías para vehículos eléctricos y conectados. Bruselas ha aprobado este plan, que consta de ayudas en forma de subvenciones y préstamos directos, que tienen el objetivo de fomentar la transición a una economía nula en emisiones.
Estas ayudas, valoradas en 837 millones de euros, forman parte del total de 1.415 millones de euros de los que consta la segunda convocatoria del PERTE del vehículo eléctrico en España, que se lanza el próximo mes de junio.
Las beneficiarias de estas ayudas serán las empresas que produzcan baterías, sus componentes esenciales y materias primas conexas. Recibirán una ayuda máxima de entre 100 y 300 millones de euros las inversiones en el ámbito de las baterías, en función de si se realiza en una zona asistida o no; un máximo de 100 millones para las inversiones en componentes esenciales y un máximo de 25 millones de euros para las inversiones en materias primas.
«El establecimiento de este plan de ayuda español constituye un paso importante en la transición hacia una economía de cero emisiones netas, al tiempo que se protege la igualdad de condiciones en el mercado único en consonancia con los objetivos de cohesión», comentó la vicepresidenta de la Comisión y responsable de Competencia en Bruselas, Margrethe Vestager.
Un más más que necesario para España
Se trata de un plan «necesario, adecuado y proporcionado para acelerar la transición energética», asegura la Comisión Europea, y para ajustarse a las condiciones establecidas en el Marco Temporal de Crisis y Transición, adoptado en marzo de 2022 y revisado posteriormente para tomar medidas de apoyo a la economía tras la guerra desatada en Ucrania.
Este mismo Marco, que forma parte del Plan Industrial del Pacto Verde de la Unión Europea para definir la producción de industrias «limpias», marca como fecha límite para estas ayudas el próximo 31 de diciembre de 2025.
Veremos cómo funciona esta segunda convocatoria del PERTE en España, ya que la primera fue un fracaso, al adjudicarse «solo» 800 millones de euros de un total destinado a ayudas de 3.000 millones de euros.
Estas cuantías vienen procedentes de los fondos de recuperación NextGeneration de la Unión Europea y tienen dos líneas: el ecosistema de baterías (la que acaba de aprobar la Comisión Europea) y proyectos individuales con impacto en diferentes eslabones de la cadena de valor.
Proyectos como la gigafactoría de baterías de Volkswagen en Sagunto (Valencia) podría ser uno de los proyectos que fácilmente se puedan acoger a estas ayudas. La planta valenciana se espera que esté operativa para el año 2026.
