El cuadriciclo eléctrico Citroën My Ami sigue demostrando las enormes posibilidades que puede acaparar. A pesar de sus compactas dimensiones, con 2,41 metros de largo y 1,39 metros de ancho, es capaz incluso de facilitar la vida a las personas que se desplazan a diario en una silla de ruedas.
Así lo ha demostrado la marca francesa con esta nueva versión del Ami, todavía en forma de prototipo: el Citroën «Ami for all» ha sido presentado en el Salón comercial Autonomic de París como una solución de movilidad para personas con movilidad reducida.
Citroën se ha aliado para la ocasión con el especialista en transformaciones PIMAS, con quien ha creado una adaptación fácil de instalar en cualquier versión del My Ami. Una nueva fórmula para devolver la independencia a las personas que tienen problemas para moverse por la ciudad y, además, de la forma más eficiente posible y con un presupuesto ajustado.
La mecánica y sus características eléctricas básicas permanecen inalteradas: velocidad máxima de 45 km/h, autonomía de 75 kilómetros, carga en un enchufe convencional de 220 V y posibilidad de conducirlo desde los 15 años con la licencia AM.
«Ami for All se ajusta perfectamente a la filosofía de Ami: ofrecer una respuesta práctica de acceso a la movilidad para todos. Ami ha introducido la facilidad de desplazamiento en los microviajes y ha dado más independencia a los adolescentes, las personas mayores y quienes no tienen carné de conducir. Trabajamos para que este proyecto sea realizable a corto plazo» remata Thierry Koskas, CEO de Citroën.
Citroën «Ami for all»: así crea espacio para una silla de ruedas
Este prototipo del pequeño Citroën My Ami «para todos» añade importantes avances técnicos para facilitar el transporte de personas con movilidad reducida, los cuales pueden ponerse al volante de este cuadriciclo, como en el resto de Ami, sin necesidad de carné de conducir B.
Estos avances son, por ejemplo, el mayor ángulo de apertura de la puerta, un control mecánico y manual para acelerar y frenar, un mando en el volante para facilitar la conducción, un equipamiento especial para ajustar el transporte de la silla de ruedas al asiento, gracias a una tabla y unas correas, así como una solución inteligente para transportar dicha silla de ruedas también en el exterior.
Esta adaptación mecánica del habitáculo permite abrir la puerta del lado del conductor de forma opuesta, gracias a unas bisagras traseras. Gracias a su mayor ángulo, se puede dejar la silla de ruedas en paralelo al umbral del habitáculo. Un estante extraíble y retráctil permite además trasladar al conductor de forma independiente desde la silla al interior.
La silla también se puede dejar, en caso de que viaje un segundo pasajero en este Citroën «Ami for all» en un portaequipajes de aluminio en la zona trasera, donde además se puede dejar cubierta la silla de ruedas con una lona protectora.
El proyecto donde surge esta idea es lo que se llama en Stellantis «programa Start*up», que da la posibilidad a los empleados de sus marcas a presentar ideas innovadoras y que se puedan llevar a la realidad.
«La idea se me ocurrió tras observar cómo los alumnos del instituto de mi hijastro dependían de traslados en vehículos adaptados mientras sus compañeros disfrutaban de total libertad. Además de los retos sociales, la identificación de soluciones técnicas e industriales fue especialmente motivador», afirma Christophe Lapeyre, responsable del proyecto.
