China está viviendo grandes cambios, pasando de una sociedad que se movía en bicicleta a ser el principal mercado del automóvil mundial. Ahora también se está moviendo para ser una potencia en producción y exportación, y su gobierno quiere que lo haga además de la mano del coche eléctrico. Algo que deja el futuro de los modelos de combustión en una situación delicada, y más con las peticiones de destacados economistas de acelerar la prohibición de ventas de los modelos con motor diésel o gasolina.
Y es que sobre los fabricantes expuestos a los coches de combustión existe una amenaza a corto plazo con la entrada en vigor este próximo mes de julio de las nuevas normas de emisiones lanzada por el gobierno chino en 2017, que hará que cientos de miles de unidades en stock no puedan ser vendidas.
Un duro golpe para muchos fabricantes occidentales, que no han hecho los deberes en cuanto a su gama de coches eléctricos y que ahora ven como el tiempo se acaba para sacarse de encima esa enorme cantidad de coches en muy poco tiempo.
Prohibición de los coches de combustión en 2028
Por si esto no fuese suficiente, ahora se ha hecho viral en China la petición del reconocido economista independiente Ren Zeping, que ha indicado que China debería aprobar una hoja de ruta para aplicar la prohibición de la venta de vehículos dotados de un motor de combustión dentro de cinco años.
Esta petición ha generado una fuerte discusión, con muchas voces opuestas en la sección de comentarios de Weibo, algunas de las cuales dicen que la producción y las ventas de automóviles de combustible también podrían expandir la demanda interna.
Ren solía trabajar para el think tank nacional de China, como macroanalista jefe en Guotai Junan y economista jefe en el gigante Grupo Evergrande.
Actualmente, China no tiene una fecha concreta para prohibir las ventas de coches con motor de combustión interna, aunque si hay provincias que si lo han hecho. Es el caso de la provincia más meridional de China, Hainan, que el año pasado lanzó su propio cronograma.
Un plan aprobado en agosto del 2022 donde se busca la reducción de emisiones y también incentivar la industria local de producción de coches y baterías, y que supone que a partir de 2030 no se podrán vender nuevos coches de combustión en la región.
Para entonces, los vehículos de los servicios públicos de Hainan serán al 100% eléctricos o híbridos enchufables, excepto aquellos destinados a usos especiales.
La cuestión es que para muchos, esta petición de poner fecha final a las ventas de coches de combustión es una idea absurda. La dinámica de transformación está siendo mucho más rápida de lo estimado por todos los analistas, y por ejemplo, China se fijó en 2020 que para el año 2025 el 25% de las ventas de coches en el país serían coches eléctricos. En 2022, China vendió 5,67 millones de vehículos de pasajeros de nueva energía (NEV) contribuyendo, o el 27,6% del total de las ventas.
Cifra que en abril de 2023 llegó ya al 32.3% del total de ventas, en una dinámica que llegará al 50% de matriculaciones entre eléctricos puros e híbridos enchufables a finales de este ejercicio. Algo que ha obligado a rehacer unas estimaciones de futuro que ahora indican que para 2025 la tecnología eléctrica y enchufable será el 80% de las ventas en China.
¿Será posible prohibir las ventas de coches de combustión interna para 2028? Sin duda este tipo de anuncios tienen mucho más de simbólico que de práctico, ya que como vemos, el mercado está avanzando más rápido que las previsiones de los gobiernos, por lo que aunque sea interesante como fórmula de incentivo para los más rezagados, la realidad es que es el propio mercado el que está poniendo los plazos para la desaparición de los coches de combustión del mercado.
