El lograr que los coches eléctricos logren producir parte de su propia energía incluso cuando están aparcados, es un sueño que lleva décadas siendo perseguido por muchas empresas y laboratorios. Ahora, el prestigioso Instituto Fraunhofer para Gestión y Tecnología de Sistemas de Energía, ha presentado un importante avance que permite integrar perfectamente paneles solares en el cuerpo de los vehículos.
La idea no es nueva, y es colocar cedas solares en el capó de chapa de un coche convencional, en este caso un viejo Volkswagen Polo, que no se caracteriza precisamente por su gran tamaño.
Esta placa solar se cubre con una lámina que ha sido desarrollado cuidadosamente para minimizar los espacios, evitar que las capas del módulo se arruguen debido a la superficie curva, y todo manteniendo la integridad general de la estructura del capó.
El equipo de Fraunhofer ISE utilizó en sus prototipos celdas solares PERC, para aprovechar al máximo el espacio disponible en el capó. Pero según explican los responsables del proyecto, en principio, es posible utilizar cualquier tecnología de placas solares.
En este caso, el prototipo fabricado, y que estará expuesto en El Salón del Automóvil de Munich, está formado por 120 celdas y cuenta con una potencia nominal de 115 vatios.
La laminación de la superficie da como resultado una estructura superficial texturizada, cuyo color puede combinarse con el color del vehículo mediante la tecnología patentada por el instituto, MorphoColor. Algo que le proporciona un aspecto muy difícil de distinguir de un vehículo sin el panel instalado.
Además de la forma curva, también es especial la base metálica, en este caso chapa, en lugar de la clásica lámina o soporte de cristal para el módulo fotovoltaico.
Para ello, los científicos examinaron las propiedades adhesivas de distintas combinaciones de materiales. Después de identificar los materiales adecuados, el equipo fabricó prototipos con diferentes cantidades de celdas solares y diferentes tecnologías de celdas y circuitos.
El equipo probó todos los prototipos en el laboratorio para garantizar el mejor rendimiento, fiabilidad y la durabilidad de los prototipos, y que esperan den resultados como unos modelos perfectamente integrados en el cuerpo de los vehículos, e incluso una alternativa para los techos, con un material mucho más ligero que el cristal usado habitualmente.
A pesar de la inversión inicial en la instalación de paneles solares en un coche eléctrico, los propietarios pueden beneficiarse de un ahorro significativo a largo plazo. Al depender en parte de la energía solar, se reduce la necesidad de recargar el coche con electricidad de la red, lo que disminuye los costes operativos. Además, la durabilidad de los paneles solares y la disminución en los costes de producción a lo largo del tiempo contribuyen a un retorno de la inversión más rápido.
Unos paneles solares en los coches eléctricos que quieren redefinir la movilidad sostenible al ofrecer una serie de ventajas significativas. Desde la generación de energía limpia y sostenible hasta la ampliación de la autonomía y la reducción de costes a largo plazo, esta combinación de tecnologías tiene el potencial de transformar la forma en que nos desplazamos y reducir nuestro impacto ambiental.
Fuente | ise.fraunhofer
