Ayer conocíamos la propuesta del nuevo Tesla Model 3. Una renovación que ha permitido lanzar una propuesta mucho más competitiva que debería revivir las cifras de ventas en los próximos años. Pero a pesar de esto, ayer las acciones de Tesla llegaron a caer un 5% en pocas horas.
Los títulos el fabricante americano han vivido un fuerte crecimiento durante el mes de agosto, cuando no hemos tenido muchas noticias más allá de los constantes rumores sobre la llegada de la nueva versión del propio Model 3.
El 3 de agosto escalaban hasta los 259 dólares, y antes de la presentación, cotizaban a 258 dólares. Pero en pocas horas las acciones han caído cerrando el viernes a 245 dólares.
Las razones son las señales que desde la marca se han lanzado de un posible agotamiento de la demanda de los Model S y X, que han recibido importantes reducciones de precio el mismo día del lanzamiento del nuevo Model 3.
Una maniobra de distracción que buscaba esconder entre las muchas novedades la posible baja demanda de los modelos más costosos de la gama Tesla.
Pero la realidad es que aunque esta demanda sea baja, el volumen del Model S y X es mínimo dentro de la producción de Tesla. Por ejemplo, en el segundo trimestre de este año se han entregado 446.915 unidades del Model 3/Y, mientras que los Model S/X han llegado a apenas 19.489 unidades. Cifras por otro lado muy similares a las de anteriores trimestres.
Para muchos, tal vez la principal razón de esta bajada de las acciones puede estar en otros aspectos menos materiales. Es el caso de la reducción de precios del sistema de Conducción Autónoma Plena de Tesla. Por primera vez, este sistema ha visto como su precio se rebajaba en Estados Unidos, de los 15.000 dólares a los 12.000 dólares actuales.
Algo que choca con la idea expresada en su momento por Elon Musk, que decía que este sistema sería uno de los principales activos de la marca y que podría llegar a costar 100.000 o 200.000 dólares una vez llegase a la conducción autónoma plena. Algo que como vemos, parece que se diluye con el paso del tiempo.
Y esto tiene un impacto en la promesa de que los coches de Tesla se revalorizarían con el paso del tiempo. Una idea de que cuánto antes se comprase el sistema, más podrían ahorrar los clientes. Un baño de realidad que no ha gustado a los mercados.
Opinión
No es la primera vez que Tesla tiene buenas noticias, y las acciones bajan. Unos mercados que valoran el aquí y el ahora, pero que en este caso parecen haber ignorado el impacto que tendrá el nuevo Model 3.
Una propuesta que quiere romper con una de las principales barreras del coche eléctrico, sus precios, con una versión que mejora sustancialmente la anterior, manteniendo sus tarifas, salvo en China, donde ha sufrido una curiosa y de momento excepcional subida.
Y sobre todo, un nuevo Model 3 que supone un anticipo de como será el próximo Model Y, que debería recibir también novedades a corto plazo, y que abre las puertas a la llegada de un Model 2 que debería ver terminada su fábrica de México en cuestión de meses.
