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Esta empresa eléctrica tiene una alternativa a la expansión de las renovables, baterías en el 100% de los hogares

Esta mañana hemos conocido el Plan de Gobierno de España para adaptar las redes de distribución para acoger la enorme expansión de las energías renovables. Un proyecto para el que se destinarán hasta 2030 un total de 5.700 millones de euros para redes de transporte y más en 22.000 millones para redes de distribución. Pero una empresa eléctrica norteamericana tiene un plan diferente, y es invertir en que todos sus clientes tengan baterías de respaldo.

Se trata de la empresa de servicios públicos más grande de Vermont, Green Mountain Power (GMP), que ha presentado una iniciativa con la que quiere instalar sistemas de almacenamiento de baterías para sus 270.000 clientes para 2030.

Esta iniciativa si contempla el reforzar las líneas, también enterrarlas para evitar problemas como los grandes incendios que cada año arrasan algunas partes del país o los cortes cuando hay un evento como una tormenta, pero además reducir el impacto del consumo gracias a los sistemas de respaldo que cada vivienda tendrá instalada.

La empresa ya ha comenzado la instalación de estas baterías, empezando por las zonas rurales, en un programa que ofrece tanto la venta como el alquiler del equipo, con un coste de 55 dólares al mes, y que permite a los usuarios poder almacenar los excedentes de sus sistemas solares, acumular energía en las horas más económicas, vender sobrantes en las más caras, y además contar con un respaldo en caso de corte de suministro.

Gracias a este plan, la empresa espera reducir el impacto económico de eventos como las tormentas, que según sus datos, desde 2013 estas han causado daños por valor de 115 millones de dólares en toda el área de servicio de GMP, el 40% de esa cantidad en solo los últimos dos años y 45 millones de dólares solo en 2023.

La primera fase del proyecto supondrá una inversión de 250 millones de dólares para reforzar y enterrar las líneas eléctricas, y 30 millones de dólares para sistemas de baterías residenciales. Algo que como vemos, parece a todas luces una excelente inversión que supondrá ahorro a medio y largo plazo, sobre todo según el cambio climático haga más duros los eventos como las tormentas.

Unas baterías que además de seguridad energética, permiten sacar el máximo partido a las propias energías renovables, ofreciendo la posibilidad de almacenar los excedentes en las horas de menor demanda, y liberarlo en las de mayor. Un proceso donde los clientes pueden ser protagonistas con la creación de micro-redes, donde pueden ingresar dinero gracias a su participación compartiendo su energía.

Las baterías, claves en España pero ignoradas por la administración

Un aspecto clave para mercados como España, que está a las puertas de una verdadera avalancha de instalación de energías renovables.

Según datos del Gobierno, en 2022, Red Eléctrica recibió 1.195 nuevas solicitudes de acceso a red, con un total de 52.267 MW, otorgando permisos para 8.376 MW. Hasta septiembre de este año, la generación de electricidad de las instalaciones eólicas y fotovoltaicas en funcionamiento ascendía a 49.500 MW, a las que se suman otros 129.100 MW que ya tienen permiso de acceso pero aún no están operativas y otros 30.100 MW con solicitudes de permisos en curso.

Un torrente de MW que podrán llegar a superar a la demanda en muchos momentos, y que será desaprovechado sin un robusto sistema de almacenamiento estacionario, tal como lo indicaba hace unos meses un informe realizado por PwC y Ciemat para la Fundación Naturgy, donde se indicaba que España podría perder hasta un 7% de la energía renovable que produzca en 2030 debido a la falta de infraestructura de almacenamiento estacionario, superando con ello el 5% marcado por el reglamento europeo.

Serán necesarios 8.000 MWh de capacidad instalada para mantener el equilibrio del sistema eléctrico. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que fija los objetivos en materia de instalación de nueva potencia renovable para finales de la década, contempla sólo 2.500 MWh de almacenamiento, por lo que como vemos, sin un plan más ambicioso, caminamos hacia el despilfarro de parte de la potencia instalada.

Por poner en contexto, el plan de la eléctrica norteamericana de instalar baterías en las viviendas de sus clientes, 270 mil en total, y tomando como medida los 14 kWh por unidad de la batería de Tesla, supondrán unos 3.700 MWh. Más de lo que contempla la administración para nuestro país.

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