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China no solo manda en el mercado de coches eléctricos, también se asegura el dominio de la energía solar mundial hasta 2026

Cuando hablamos de China y de la tecnología de electrificación, no solo nos referimos a los coches eléctricos, a sus baterías o a sus componentes. Las energías renovables a través de los paneles solares son también, desde hace años, coto casi privado para las empresas chinas.

El dominio del país asiático en este mercado es y será total unos años más: con una inversión de más de 130 mil millones de dólares en la industria solar este año, China se asegura más del 80% de la capacidad mundial entre 2023 y 2026, según el último informe de Wood Mackenzie.

Y esto afecta tanto a la fabricación de polisilicio, obleas, células y módulos, las cuatro grandes áreas presentes en la producción de los paneles solares tomando como base el silicio. El gigante asiático pondrá en funcionamiento más de 1 teravatio (TW) de capacidad ya para el año que viene en estos tres últimos elementos, lo que le será más que suficiente para satisfacer la demanda global anual hasta el año 2032, según las previsiones de crecimiento.

El informe de Wood Mackenzie muestra cómo China seguirá abriendo brecha en el mercado de la energía solar.

Cómo China ha llegado a dominar también la energía solar

Según el informe de Wood Mackenzie, hay varias razones por las que China ha logrado tal expansión en la fabricación de energía solar: «los altos márgenes para el polisilicio, las actualizaciones tecnológicas y el apoyo político».

El gráfico anterior muestra el dominio de China también en este mercado de la energía solar en los últimos años y cómo la brecha se va a ir incrementando respecto a su competencia de una forma abismal. Y eso que tanto en Europa como en Estados Unidos, así como en la India, se han tomado medidas casi de urgencia para empezar a reducir su dependencia de China, algo que todavía tardará un poco más de tiempo en llegar.

«A pesar de las fuertes iniciativas gubernamentales para desarrollar la fabricación local en los mercados extranjeros, China seguirá dominando la cadena de suministro solar global y seguirá ampliando la brecha tecnológica y de costos con sus competidores», asegura Huaiyan Sun, consultor senior de Wood Mackenzie y autor del informe.

Por ejemplo, en Estados Unidos la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), en la India el Incentivo Vinculado a la Producción (PLI) o en la Unión Europea el plan REPowerEU, buscan el objetivo de aumentar la capacidad de módulos solares en los próximos años.

Hay que recordar que, generalmente, cuando mencionamos el país productor de paneles solares, solemos hablar del encargado de fabricar el último paso, la producción de módulos, sin tener en cuenta las tres fases anteriores (polisilicio, obleas y células). En esto último, China también domina, por lo que por mucho que el resto de países internacionales quieran reducir su dependencia, el gigante asiático todavía tiene un control enorme sobre toda la cadena de producción.

«Un módulo fabricado en China es un 50% más barato que uno producido en Europa y un 65% más barato que el de Estados Unidos. A pesar de los considerables planes de expansión de módulos, los mercados extranjeros todavía no pueden eliminar su dependencia de China para las obleas y las células en los próximos tres años», reconoce el informe.

Pero ojo, aunque China domine el mercado de la energía solar, no todo es positivo en el país: la intensa competencia local y el exceso de oferta está provocando que muchas empresas tengan que cancelar algunos de sus planes de expansión. «Más de 70 GW de capacidad en China han sido cancelados o suspendidos en los últimos tres meses», remata Sun.

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