Resulta curioso leer como algunos medios presentan los datos de ventas de Tesla buscando el resquicio más pequeño para pintarlo de forma negativa. Un «siempre negativo» que firmaría el propio Louis Van Gaal, tras el cual hay intereses de atraer la audiencia que supone la mala prensa para la marca americana. Pero la realidad es algo diferente.
Según podemos leer en Reuters, Tesla ha logrado unas decepcionantes cifras de ventas el pasado mes de octubre en China, donde ha matriculado 72.115 unidades en octubre, lo que supone un retroceso del 2.6% respecto al mes anterior, y un crecimiento de apenas el 0.6% respecto a octubre de 2022.
Una comparativa ya de por sí poco rigurosa, la mensual, que por otro lado es muy utilizada en China. Pero lo más llamativo es que un poco más abajo compara estos números con los de BYD. La marca china mantiene un ritmo muy importante, con un crecimiento del 5% respecto al mes de septiembre, y un 38.4% desde octubre del pasado año.
Sin duda, datos excelentes para una BYD que marcha como un tiro. Pero la cuestión es que en Reuters se han olvidado de poner el dato de entregas acumuladas del año, tal vez el más importante en este tipo de comparativas.
Según los datos de la Asociación de fabricantes de coches de China (CPCA) entre enero y octubre Tesla ha producido en su planta de Shanghái un total de 771.171 unidades, con un incremento del 39.01% interanual.
No es que sean, a pesar de lo que podamos pensar, grandes cifras, aunque si están lejos de la lectura catastrofista de los medios occidentales. Tesla pierde cuota de mercado en China frente al imparable empuje de las marcas locales, pero esta pérdida es casi residual, con un 9.89% de cuota en el tercer trimestre, frente al 9.93% del año pasado.
Esto teniendo en cuenta el fulgurante crecimiento de BYD, que ha acumulado en el periodo enero-octubre un total de 1.2 millones de coches eléctricos a batería (BEV) con un crecimiento del 77.1% respecto al mismo periodo del año pasado.
Una BYD que centra casi la totalidad de su producción al mercado local, siendo las exportaciones solo el 10% de su producción el pasado mes de octubre.
En el caso de Tesla, la fábrica de Tesla en Shanghái está destinada tanto al mercado local como a la exportación, y Tesla tiene que buscar un balance entre una opción y la otra según la demanda. El pasado mes de octubre, Tesla ha producido 43.507 unidades para China, y 30.566 para la exportación. El 41.2% del total.
Una instalación con una capacidad de producción actual de 950.000 unidades, que tiene que repartir entre China y el resto del mundo.
Otra cuestión a tener en cuenta es que estos datos se han tomado con una Tesla en fase de renovación del Model 3. Un aspecto clave en una marca que tiene apenas cuatro modelos a la venta, y solo dos de volumen. Y cuando uno se renueva, el impacto es siempre importante.
La conclusión es que Tesla se enfrenta a una competencia cada vez más compleja, lo que debería tener como resultado un paso adelante en capacidad de producción, reducción de costes, y también una bajada de precios a corto plazo.
Algo que son excelentes noticias para todos, ya que agudizará la competencia y provocará un efecto en toda la oferta.
