Volvo se está demostrando como una de las marcas más ambiciosas en su estrategia de electrificación. Si bien su gama está creciendo poco a poco con la incorporación de nuevos modelos 100% eléctricos, los suecos siguen apostando de momento por la tecnología híbrida e híbrida enchufable como «puente» para sus clientes.
Eso sí: a partir del 2030, Volvo solo producirá coches eléctricos puros en todo el mundo. Cualquier vehículo Volvo nuevo para la próxima década, independientemente de su destino, será 100% eléctrico. «No hay peros ni peros», aseguraron los responsables de la marca, dejando claro cualquier atisbo de dudas sobre el futuro de la compañía.
En la actualidad, el fabricante nórdico disfruta de una situación privilegiada, con sus vehículos electrificados representando ya casi el 60% de sus ventas en Europa, y con un margen de beneficio bruto con sus coches eléctricos que se llegó a cuadriplicar durante la segunda mitad del pasado 2023. Todo ello, en un contexto en el que el mercado de vehículos eléctricos sufre un retroceso en la demanda. Algo que, como ha dejado ver el CEO de Volvo, Jim Rowan, no les preocupa demasiado.
«El segmento del mercado masivo tal vez se haya visto afectado porque algunas empresas no alcanzaron la paridad de precios con los vehículos de combustión. En el segmento Premium no vemos eso, estamos creciendo y estamos ganando cuota de mercado».
El máximo dirigente de Volvo, que cuenta en la actualidad con XC40 Recharge y C40 Recharge, y próximamente con EX90, EM90 y EX30 como modelos eléctricos puros, sacó pecho de lo logrado durante el ejercicio 2023: «Somos la empresa con acciones de vehículos eléctricos con la prima más alta y tenemos los márgenes más altos publicados en el sector de vehículos eléctricos, aparte de Tesla».
Por ser más precisos, durante el 2023 el margen bruto de Volvo con sus coches eléctricos fue del 9%, por el 23% que representaron el resto de vehículos de su gama. La marca espera mejorar los resultados este año con la inminente llegada del EX30, su nuevo SUV eléctrico de acceso a la gama, del que se espera que genere unos márgenes brutos de entre el 15 y el 20%. Por el momento, su llegada a las carreteras se ha retrasado por problemas en el software: lo hará con un precio de partida de 36.770 euros.
Las ventas de coches eléctricos en Volvo crecieron el año pasado: 113.419 unidades entregadas en todo el mundo, lo que supuso un 70% más que el año anterior y una mejora de su participación en el mercado mundial en un 34%. Aun así, como comentamos hace unos días, los beneficios cayeron y eso obligó a Volvo a deshacerse de su participación en su filial Polestar.
Volvo se centrará de ahora en adelante únicamente en sus vehículos, aunque mantiene la colaboración técnica con Polestar, ahora en manos de su propietaria Geely. La firma sueca tiene claro su camino y en este los híbridos e híbridos enchufables seguirán teniendo un importante protagonismo: «Constituyen un puente importante hacia el futuro totalmente eléctrico. Vemos a muchos clientes que toman los híbridos enchufables como el primer paso hacia la electrificación total, y el siguiente coche que compran es totalmente eléctrico», aseguró en su día el director comercial de Volvo, Björn Annwall.
«Creo firmemente que el arduo trabajo que hemos realizado durante 2022 y 2023 nos posiciona para cumplir nuestros objetivos para los años venideros. Nuestra estrategia está bien definida y es inequívoca, y es la adecuada tanto para Volvo Cars como para nuestros clientes y el medio ambiente. Nuestros resultados, cartera de pedidos y métricas clave de rendimiento así lo demuestran, y a nuestros clientes claramente les gusta lo que ven», aseguró Jim Rowan, CEO de Volvo.
Fuente | Automotive News Europe
