Para 2027, los coches eléctricos serán más baratos de fabricar que los térmicos
De acuerdo con el analista Pedro Pacheco, vicepresidente de investigación de la consultora Gartner, para el año 2027 los coches eléctricos serán más baratos de fabricar que los térmicos. Esto se deberá tanto a la popularización de nuevas técnicas de producción (véase el gigacasting) como a las continuas bajadas de precio de las baterías.
Según Pacheco, el gigacasting permitirá reducir el coste de las baterías en al menos un 20%; además, el empleo de baterías estructurales también debería influir en el abaratamiento de este tipo de vehículos. En su opinión, la mayor facilidad de ensamblado de los coches eléctricos será el factor sorpresa que posibilitará alcanzar la paridad antes de lo previsto.
«Tesla y otros han mirado la fabricación de una manera radicalmente nueva. Estamos alcanzando este punto de inflexión antes de lo esperado». El uso de plataformas dedicadas facilitará a la industria adaptar sus líneas de montaje a las características específicas de los coches eléctricos, que resultan mucho más sencillos desde un punto de vista mecánico que los térmicos.
Y es que, frente a las docenas de piezas móviles que componen un motor de combustión interna, uno eléctrico sólo tiene una. Esta simplicidad es la que ha llevado a Toyota a desarrollar una nueva plataforma eléctrica que verá la luz en 2026, la cual estará compuesta por tres únicas secciones: delantera, central y trasera. Esta arquitectura también tendrá una dirección by-wire.
Los coches eléctricos son más sencillos que los térmicos
La tecnología «sin cables» (es decir, sin conexión mecánica) se irá extendiendo a otros elementos como los frenos en los próximos años; sin ir más lejos, el nuevo Renault 5 usa un sistema de este tipo desarrollado por Continental. El NIO ET9, previsto para 2025, tendrá el primer chasis inteligente by-wire del mercado (dirección, acelerador, frenos…).
Por contra, Pacheco cree que aquellos grupos que utilicen plataformas multienergía se verán limitados a la hora de aprovechar la enorme sencillez de construcción que permite una arquitectura 100% eléctrica. Por lo tanto, es posible que fabricantes como Stellantis tengan problemas para mantenerse a la altura de sus rivales a pesar de que, en su caso concreto, disfruta de una enorme escala gracias a su cartera de 14 marcas.
Renault, que es una empresa más pequeña, anunciaba hace apenas unas semanas su objetivo de reducir los costes de su próxima generación de coches eléctricos en un 40%. La firma del rombo pronostica que los siguientes Mégane y Scénic, que llegarán en 2027-2028, lograrán la paridad de precios respecto a sus equivalentes térmicos.
Pacheco afirma que el mercado está entrando en un periodo de supervivencia en el que sólo quedarán los competidores más aptos, por lo que jóvenes startups como Fisker, HiPhi, Lucid o NIO sufrirán para mantenerse en el tablero de juego. El analista estima que para 2030 más de la mitad de las ventas en Europa se corresponderán con BEV (Battery Electric Vehicles). «Estamos entrando en una nueva fase en la que los eléctricos a baterías no pueden venderse con incentivos o beneficios medioambientales. Tienen que ser un producto excelente en todos los aspectos en comparación con un térmico».
Fuente | Automotive News Europe