Volkswagen desesperada por sus problemas de software manda a cientos de ingenieros a la sede de Xpeng en China
3 min. lectura
Publicado: 20/07/2024 08:00
Los problemas de Volkswagen con el software son una historia para no dormir. A pesar de la ingente cantidad de dinero invertido, el grupo alemán ha sido incapaz de ponerse al día en un apartado abandonado en sus inicios, y que no logra situar a la altura de sus rivales. Ahora, los medios chinos están indicando que en un movimiento desesperado, VW ha enviado a cientos de ingenieros a China para lograr de una vez dar un paso adelante en este aspecto.
Según las fuentes, que no han sido confirmadas oficialmente por Volkswagen, cientos de ingenieros de Volkswagen se han instalado en la sede de Xpeng en Guangzhou.
De esta forma, Volkswagen trataría de sacar partido a su inversión en Xpeng, con la que esperan poder desarrollar el software y nuevas plataformas para sus futuros coches eléctricos.
Una de estas plataformas es la denominada CEA (China Electrical Architecture), que permitirá a la compañía alemana ofrecer modelos más económicos a partir del año 2026 y que ofrecerá beneficios como una reducción de costes del 40% en relación a la actual plataforma MEB.
Esto se logrará, entre otras cosas, mediante el uso de un menor número de unidades de control para los diferentes componentes electrónicos, lo que se traducirá en un menor cableado y un diseño más eficiente y barato de producir.
De confirmarse, este movimiento sería un golpe mortal a la plataforma MEB, que pasaría a un segundo plano. Una arquitectura que ha supuesto también grandes inversiones, con un enorme potencial, pero que no ha logrado cumplir con los requisitos se que le suponían.
Un acuerdo entre Volkswagen y XPeng que responde a los retrasos acumulados por el desarrollo de la plataforma SSP, llamada a reemplazar a las MEB y PPE. Esta arquitectura de gran flexibilidad, que debutará con los próximos Porsche Taycan y Panamera en 2027, también servirá como base para el Volkswagen Golf de novena generación y el crossover Trinity, que estaba previsto inicialmente para 2027, luego se retrasó hasta 2028, y ahora no se espera que llegue hasta 2029.
Precisamente estos retrasos han colmado la paciencia de la nueva dirección de Volkswagen, que ha decidido dar un giro de timón con el acuerdo tanto con Xpeng, como posteriormente con la norteamericana Rivian, con los que busca redirigir su deriva y evitar males mayores.
Un Grupo Volkswagen que ha perdido cualquier protagonismo en China en el cada vez más importante sector del coche eléctrico, y que corre el mismo peligro en una Europa donde las marcas del gigante asiático, y Tesla, amenazan con seguir reduciendo la menguante cuota de mercado de los eléctricos de Volkswagen.